Decir que este tema ha sido difícil es quedar corto porque investigar la historia de los últimos doscientos cincuenta años para la entrada anterior fue deprimente. No porque se desconocieran los hechos, sino más bien por entender realmente cuan organizado es el mal. Es como armar un rompecabezas. La imagen se puede ver en la caja, pero al conectar las piezas de alguna manera la hace más real. Así también con el darse cuenta de que, detrás de todos los acontecimientos que han marcado al mundo de manera negativa, hay un odio indescriptible, imposible de comprender. Y no es un simple odio humano, sino algo mucho más profundo que se manifiesta a través del ser humano.

El gnosticismo se define como una doctrina de salvación por medio del conocimiento. Esto supone dos cosas: Uno, que el ser humano necesita ser salvado de algo nefasto, y dos, que esa salvación lo conduce a algo mejor. En la creencia gnóstica, Dios es un ser maligno que tiene al hombre atrapado en una existencia limitada. Lucifer, en cambio, es el iluminado que liberó al hombre de sus ataduras a través del conocimiento. El problema con esto es que absolutamente nada de lo que ha surgido de la ideología gnóstica ha beneficiado al hombre a la larga. Y no se necesita más que revisar los últimos doscientos años de historia para constatarlo.

Lo que este ideal gnóstico de iluminación ha dado a la humanidad es maestría en astucia, artimaña, engaño, ventaja, manipulación, control, avaricia, envidia, ira, y todo aquello que tiene a la humanidad en el estado en que se encuentra desde el Jardín del Edén hasta el día de hoy. Las creencias gnósticas no nacieron de un amor hacia el ser humano sino del odio profundo hacia el Creador, del deseo de tomar el lugar del Altísimo. Pero, como es no era posible, la otra opción era hacer creer a los hombres que ellos podían ser dioses. Es decir, anular la autoridad y presencia de Dios en la mente y el corazón del hombre hasta su perdición. Ese es el odio milenario original.

De manera que, parece más acertado decir que el gnosticismo es una doctrina de perdición basada en el conocimiento y la práctica del mal. Esto es, brujería, hechicería, adivinación, astrología, necromancia, (canalizaciones), manipulación de la naturaleza (ciencia, sí ciencia) todo con el fin de predecir y modificar el futuro, modificar la naturaleza, y transformar al hombre, en contra de las leyes de Dios. No es para beneficiar al hombre sino para voltearlo en contra de Dios en la creencia falsa de que puede ser su propio dios y controlar el universo. Pero mira donde ha llevado. A un mundo cada vez más feo y perverso. Los últimos doscientos cincuenta años sobre todo son el resultado de lo que fue profetizado y sobre lo que se le ha advertido a la humanidad desde el principio.

El hombre es un instrumento necesario para que el mal se realice en el mundo físico. Los seres humanos no nacen malos, pero sí tienen la capacidad de hacer el mal. El libre albedrío requiere que el hombre tome decisiones conscientes. Ciertamente, puede tomar decisiones equivocadas, pero también tiene la oportunidad de arrepentirse y corregirse. Sin embargo, hay quienes albergan tal maldad en sus corazones que ni siquiera consideran el arrepentimiento. Desde Caín hasta los psicópatas que hoy gobiernan este mundo, todos han redefinido el significado del bien. Las riquezas y el poder que adquieren son simplemente su recompensa por hacer avanzar al mundo hacia el objetivo final.

Todas las enseñanzas ocultas. sociedades secretas, y prácticas espirituales esotéricas se basan en el gnosticismo. Cábala, Templarios, Rosacruces, Masones, Iluminati, Comunismo, Teosofía y la Nueva Era. Todos afirman ser libertadores de la humanidad proporcionando el conocimiento que ha sido ocultado del hombre para mantenerlo como prisionero. (Lo mismo que le dijo la serpiente a Eva.) Conocimiento exclusivo con el cual puedan alcanzar la inmortalidad, convertirse en dioses, conquistar la tierra y la naturaleza a través del intelecto, la ciencia y la tecnología. Pero ¿cuál es el conocimiento del que hablan y quién lo obtuvo? El libro de Enoc proporciona una respuesta.

Según Enoc, doscientos ángeles caídos aparecieron en el monte Hermón. Azazel enseñó a hacer espadas, cuchillos y escudos. Introdujo los metales y la capacidad de tallarlos en pulseras y joyas. Les mostró piedras preciosas y el arte del antimonio para que pudieran fabricar tintes y fórmulas. Semyasa enseñó a cortar raíces, maldecir y levantar maldiciones, signos y patrones de estrellas, signos solares y patrones lunares. Al hombre se le enseñó a fabricar armas y a hacer la guerra. Así como maquillaje, drogas psicodélicas, vampirismo, encantamientos y astrología. Incluso el arte del aborto. Kasyade “les mostró el corte del útero para que muriera”. Enoc continúa diciendo que eso comenzó a mezclar animales y humanos. Pecaron contra las aves, las bestias, los reptiles, los peces y se devoraron unos a otros el cuerpo y bebieron la sangre. Todo este conocimiento llegó al hombre mucho antes del diluvio.

Obviamente, lo anterior no se menciona en libros populares que hablan de cosas como la ley de la atracción, la ley del karma, las vibraciones, o las polaridades, todo lo cual es hermetismo, pero no ha da faltar mucho. Ya están preparando el campo. El vampirismo y el canibalismo no son temas de tabú. Son aceptadas y celebradas como parte de lo que significa ser libre. No es casualidad que los últimos dos siglos y medio hayan sido clave para extender el mal por el mundo. Ese es el objetivo de quienes valoran, utilizan y propagan ese conocimiento. La influencia del mal a lo largo de la historia tiene un solo propósito: preparar al mundo lo antes posible para la llegada del anticristo.

¿Y qué tiene que ver todo esto con la pregunta original de porque siempre hay conflicto entre Israel y Palestina? Porque los poderes que no deben ser no quieren que haya paz. Hay muchos historiadores e investigadores que han demostrado pruebas documentadas de que la Primera y Segunda Guerra Mundial podrían haberse evitado. Por supuesto, les hizo ganar dinero, pero hay que recordar que la primera guerra hizo posible a Israel y la segunda forzó su ocupación. Los conflictos iniciaron después que Israel fue establecido como una nación. Sin embargo, Israel no es un Estado judío, es un Estado sionista. Los judíos que viven allí son meros peones del juego, como también lo son los palestinos.

En una conversación reciente con una mujer israelí, dijo que los judíos y los musulmanes sí han vivido en paz junto con los cristianos. También dijo que no es raro que judíos y árabes se llamen primos. Entonces, el pleito no es entre la gente de Israel ni Palestina, sino los gobiernos de cada lado. Hay gente radicalizada en ambos lados, pero la gente común y corriente, ya sea de Israel o Palestina, realmente no tiene voz ni voto en las decisiones que toman sus gobiernos, pero si sufren las consecuencias. Sin embargo, en el caso del pueblo judío, se le culpa de los actos de personas que se dicen judíos, pero no lo son y mienten. Son de la sinagoga de Satanás.

Hombres como Isaac Luria, Sabbatai Sevi y Jacob Frank, Adam Weishaupt, Meyer Amschel Rothschild y Karl Marx tuvieron una influencia increíble en el mundo y su odio hacía Dios ha sido derramado sobre la humanidad. Con excepción de Weishaupt, todos eran judíos por etnia, más no por convicción religiosa. Su Dios no era el Dios de Abraham, y no se apoderaron del mundo por sí solos. No es una conspiración judía, es una conspiración satánica, con el apoyo de muchos dizques cristianos, católicos, agnósticos, ateos, y gobiernos que, a la fecha, están tratando de forzar el cumplimiento de las profecías. Quieren el Armagedón.

La verdad es que este tema no terminó de la manera esperada. Francamente, el conflicto entre Israel y Palestina pasó a un segundo lugar. Ya debería sorprenderse uno, pero la exquisitez con la que se ha organizado el mal desafía la imaginación. No importa cuál sea el tema, todos los caminos apuntan en la misma dirección siempre y son las que hacen querer dejar de investigar. Pero todavia puede más el deseo de informar y ayudar a abrir los ojos a quien quiera ver. Lo único que queda por decir es que sobre todas las cosas hay que estar atento a los engaños y pedirle a Dios su protección porque el león está rugiendo.

Que Dios te bendiga.