A finales del siglo pasado, a mediados de los años sesenta, empezó un fuerte movimiento espiritual en el mundo occidental. Hasta entonces, la gran mayoría de la civilización occidental se adhería a los valores judeocristianos, pero para los años setenta, esto cambió drásticamente, dando lugar a la Nueva Era.
El término Nueva Era se refiere a una variedad de creencias y prácticas espirituales tomadas del budismo, hinduismo y otras religiones orientales. También incorpora creencias y practicas esotéricas y espiritistas que incluye las enseñanzas herméticas, la cábala y el misticismo antiguo. Hoy día no es nada raro encontrar estatuas de Buda, Krishna o Shiva dondequiera, en lugar de un crucifijo o cualquier otro símbolo cristiano, pero no siempre fue así.
Algunos historiadores atribuyen el comienzo de la popularidad de la Nueva Era al grupo musical, The Beatles. Animados por su compañero, George Harrison, quien había adoptado la filosofía hindú, los otros miembros del conjunto comenzaron a estudiar Meditación Trascendental. Para entonces, la proliferación de drogas como el LSD, la mezcalina y la psilocibina (hongos alucinógenos) sirvieron como los catalizadores para la era psicodélica, sobre todo en el arte y la música.
La letra de la canción Tomorrow Never Knows (Mañana Nunca Sabe), escrito por John Lennon y Paul McCartney, quien admitió en una entrevista de televisión su uso del LSD, está basada en el libro, La Experiencia Psicodélica: Un manual basado en el Libro Tibetano de los Muertos,” del entonces ex-psicólogo de Harvard, Timothy Leary, proponente y gurú del uso del LSD.
Definida como la manifestación del alma, la experiencia psicodélica es un estado temporal de conciencia alterada, que se manifiesta por alucinaciones, delirios y una interpretación subjetiva de la realidad. Muchas personas la describían como una experiencia espiritual o mística, en la cual logran un estado de iluminación o trascendencia, semejante a lo que se experimenta en estados de trance o meditación profunda, de acuerdo a sus practicantes. Sin embargo, aunque la filosofía de la nueva era alcanzo una popularidad a nivel mundial, no fue la primera introducción de las religiones orientales al mundo occidental.

En el año 1875, Helena Petrovna Blavatsky, junto con Henry Steel Olcott y William Quan Judge, abogado americano y místico ocultista de origen irlandés, respectivamente, fundaron La Sociedad Teosófica en la ciudad de Nueva York. De acuerdo a sus fundadores, esta sociedad estaba dedicada a la enseñanza y propagación de la teosofía, el patrimonio espiritual de toda la humanidad, como un llamado por la hermandad universal sin distinción de raza, credo, sexo, casta, ni color.
Helena von Hahn nació en Ucrania, que entonces era parte de Rusia, hija de una familia aristocrática y fue bautizada en la iglesia ortodoxa rusa. De adolescente, descubrió la biblioteca de su bisabuelo materno, un masón con gran interés en temas esotéricos, y el que fomentó el mismo interés en Helena. Al poco tiempo de estudiar estos temas, ella firmó que empezó a tener visiones de un hombre misterioso de India.
A la edad de diecisiete años, Helena se casó con Nikifor V. Blavatsky, un hombre de 40 años, pero con el cual nunca consumó su matrimonio y terminó dejándolo. A partir de entonces, Madam Blavtsky inicio una vida de nómada. De acuerdo a sus propios escritos, aseguraba haber viajado por el mundo durante veinticinco años. En el siglo XIX, no era fácil viajar, pero Blavatsky recorrió Europa, la India, Tíbet, Estados Unidos y México. Algunos críticos contemporáneos, así como biógrafos posteriores, argumentan que sus viajes fueron ficticios. Esto se debe en parte a que no existen evidencias de muchos de sus viajes y también, por otra parte, a la misma Blavatsky. En sus escritos, la cronología de sus viajes varía y ciertos detalles acerca de sus experiencias cambian, dejando en duda la veracidad sus relatos.
Una escritora prolífica, entre las obras más conocidas y voluminosas de Blavatsky están, “Isis Sin Velo: Una Llave Maestra a los Misterios de la Ciencia Antigua y Moderna y la Teología” y “La Doctrina Secreta: La Síntesis de Ciencia, Religión y Filosofía”. En ambos, la autora propone la visión teosófica, relacionada al hermetismo y neoplatonismo. Es decir, es la recopilación de las religiones místicas antiguas y el conocimiento gnóstico, proclamándolo como el renacimiento de la sabiduría antigua. Es la combinación de la filosofía budista, la mitología del rosacrucianismo, el espiritismo y la pseudociencia, basado en el modelo masónico.
Para Madam Blavatsky, ninguna religión tiene la verdad completa, todas tienen una porción de la verdad. La palabra teosofía proviene de dos palabras, teo que significa dios y sofía, que significa sabiduría. Sin embargo, al dios que se refiere Blavatsky, no es el Dios de la biblia, ni el conocimiento del mismo, sino tal y tanta sabiduría como pudieran poseer los dioses. Es la búsqueda de la iluminación divina.
Blavatsky sentía desprecio tanto por el cristianismo, como por el judaísmo. Para ella, el gnosticismo es el verdadero cristianismo, pero no porque creía en Cristo como el Mesías, sino como un principio, una mentalidad a seguir. Es lo que hoy día llaman la conciencia crística. Para los teósofos, Cristo y Buda son sinónimos y hay muchos Budas al igual que hay muchos Cristos. Todos somos cristos. Aunque quizás nunca hayas escuchado el nombre de Helena Petrovna Blavatsky, ni el título de sus libros, es muy probable que sus creencias han tenido alguna influencia en tu vida.
Después de haber dejado a su esposo, Madam Blavatsky viajó a Londres en 1851. Es allí donde conoció, en persona, al hombre misterioso de la India que había aparecido en una visión cuando ella era adolescente. Ella lo llamó, Maestro Morya, afirmando que era uno de los Maestros Ascendidos de la sabiduría antigua o, uno de los Mahatmas, como los denominaba Blavatsky. El hombre hindú fue quien le dijo que ella debía formar la Sociedad Teosófica.
De acuerdo a sus adeptos, la teosofía no es una religión, sino la religión misma, pero quizás sería mas acertado decir que es una religión de religiones. Para los teósofos, no existe un Dios personal, el ser humano es una chispa divina atrapada en un mundo material y su propósito es volver al mundo espiritual o ascender y los Maestros Ascendidos son ser humanos que han logrado la plena unión con su verdadero Yo Soy. En otras palabras, son dioses. Para los teósofos, Buda, Krishna, Confucio, Maitreya, St. Germain, Quetzalcóatl, y Visnú, entre otros, son maestros ascendidos y los mesías de cada cultura.
Fue Madam Blavatsky quien introdujo el concepto de los Maestros Ascendidos al mundo occidental. Sus doctrinas teosóficas tuvieron gran influencia en la propagación de los conceptos budistas e hinduistas en la Américas. También influyo en la popularidad de prácticas como los viajes astrales, la clarividencia y la canalización. De hecho, Blavatsky aseveró que sus libros eran canalizados por sus guías, los maestros Morya y Kuthumi. El interés por el espiritismo en los Estados Unidos no inicio con la llegada de la ocultista rusa a Nueva York, pero si lo elevó a otro nivel.
Considerada como la madre de la espiritualidad moderna, Blavasky tuvo una gran influencia en personas que, a su vez, influyeron en el mundo. El Mago de Oz y Alicia en el País de las Maravillas, fueron escritos por autores que pertenecieron a la Sociedad Teosófica y los temas gnósticos de estos libros son indiscutibles. El alcance de la influencia teosófica no se limitó a la literatura, y los escritos de Blavatsky, particularmente, tuvo admiradores como Tomas Edison, Gandhi, Carl Jung, María Montessori, Joseph Smith (fundador de los mormones), el actual Dalai Lama, y hasta Elvis Presley, por solo mencionar algunos.
Es importante mencionar también la influencia teosófica en Adolf Hitler y sus seguidores. La swastika, tan emblemática de los nazis, era para Blavatsky, un símbolo espiritual puro, y formaba parte del logo de la Sociedad Teosófica. Ciertamente, no se le puede culpar a Blavatsky por los actos de otro hombre, pero lo que si queda claro es la influencia de su filosofía luciferina en una mente tan torcida como la de Hitler.

Logo de la Sociedad Teosofica
En Isis Sin Velo, Blavatsky propuso que existen siete razas raíz que conforman las etapas de evolución para el ser humano en su camino hacia la ascensión. La quinta raza pertenece al de la raza aria, descendientes de la Atlántida. Afirmaba que la raza aria era blanca porque la gente de la Atlántida era blanca, pero Hitler lo tomó como una justificación para su propio racismo. Tanto Hitler como Blavatsky compartían un desprecio por los judíos, pero en el caso de la última, era por su religión y no su raza. La importancia de la raza aria, para Blavatsky, estaba relacionada con su origen antediluviano, los Nefilim.
Los conceptos teosóficos son los mismos conceptos gnósticos que iniciaron desde los tiempos de la Babilonia. Es el mismo gnosticismo de antes, con una nueva envoltura, presentado por una mujer ocultista, que, en su libro, La Doctrina Secreta, dijo lo siguiente:
LUCIFER, el espíritu de la Iluminación Intelectual y la Libertad de Pensamiento, es metafóricamente el faro guía, que ayuda al hombre a encontrar su camino a través de las rocas y los bancos de arena de la Vida, porque Lucifer es el LOGOS en lo más alto y el “Adversario” en su aspecto más bajo, los cuales se reflejan en nuestro Ego. Lactantius, hablando de la naturaleza de Cristo, hace del LOGOS, la Palabra, el primogénito de Satanás, el “primero de todas las criaturas”.
En septiembre de 1887, Blavatsky publicó la primera edición de Lucifer, una revista que continuó publicándose después de su muerte por Annie Besant, su heredera como líder de la Sociedad Teosófica. No obstante, las negaciones de sus seguidores, acerca de que, si Blavatsky era satánica o no, es difícil ignorar sus propias palabras: “Es Satanás quien es el Dios de nuestro planeta y el único Dios”.
El gnosticismo nunca ha dejado de formar parte de la cultura, ya sea de manera encubierta o, como sucede hoy, a vista de todos. Desde los años sesenta en adelante, se ha visto un incremento en el interés por temas esotéricos, practicas místicas, la reencarnación y el espiritismo. Sin saberlo, muchas personas han adoptado creencias gnósticas. Películas como Star Wars, The Matrix, The Truman Show, Avatar, Lucy y cualquier película de superhéroes, son un bufet de gnosticismo. Así también, los libros de Harry Potter. No es simple casualidad que uno de sus personajes se llama Cassandra Valbatsky, una vidente célebre y autora de un libro de texto de adivinación requerido en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.
Tanto durante su vida, como después, Madam Blavatsky fue una figura controversial. Sus críticos contemporáneos, y también actuales, aseguraban que era fraudulenta como mística y vidente, además de plagiaria. No obstante, sus seguidores y fanáticos la consideran una mujer iluminada, la fuente de un conocimiento antiguo y universal y el alcance de su influencia es incalculable, e imposible de negar. En un apartado futuro, veremos cómo la influencia de Alice Bailey, una estudiosa de los escritos de Blavatsky, preparó el escenario para lo que ahora vemos que está pasando en el mundo.
Lo que la gran mayoría de las personas ignoran es que la teosofía, y la ideología gnóstica en general, es la base de la educación moderna a nivel mundial, la edad acuario, el movimiento un mundo global, o la globalización, el movimiento ecológico, el feminismo moderno, la consciencia colectiva, el movimiento para una religión universal, la ufología, la ley de la atracción y un sinfín más de conceptos tan populares el día de hoy.
Los conceptos teosóficos no son más que una representación moderna del antiguo gnosticismo. Sin embargo, se han convertido en una parte tan normal de la cultura popular, que muchas personas creyentes no pueden distinguirlos de sus creencias religiosas y bíblicas. En la actualidad, no es nada difícil encontrar iglesias cristianas y católicas ofreciendo clases de meditación o yoga cristiana, cosa que es totalmente antitético a lo que establece la biblia, pero cumple perfectamente con lo que dice: De ser posible, hasta los electos serán engañados.
Krishna, Vishnu, Confucio, Buda, Maitreya, Morya, Kuthumi y los demás Maestros Ascendidos, obtienen su conocimiento de una fuente mucho mas antigua que cualquiera de ellos. Si, como se ha demostrado a lo largo de la historia, todo se regresa a un mismo origen, Lucifer, tal vez deberías investigar antes de elegir a quien seguir. Ángel, conoce tu líder.