La Pistola de Darwin

Para la comunidad científica, Charles Darwin es el genio que rescató al mundo de la mitología religiosa, inventada por el hombre. Desde hace casi seis mil años, la creencia tradicional es que Dios creó el mundo y al hombre. Hecho en la imagen y semejanza de Dios, el ser humano tiene una naturaleza divina, superior a todas las demás criaturas. Aunque, para muchos, esto parece un cuento fantástico, la realidad es que la teoría de la evolución también lo es, además de ser la invención de un hombre.

En la entrada, La Teoría del Darwinismo, el enfoque fue sobre su teoría y la manera en que cambió el concepto de la vida. En esta ocasión, será sobre Darwin, su vida y las experiencias que lo llevaron a desarrollar la teoría que ha cambiado la manera en que el hombre se percibe a sí mismo, y como se relaciona con el mundo, en tan sólo ciento sesenta años.

En su libro, Sobre El Origen de las Especies Por Medio de la Selección Natural, o la Preservación de las Raza Favorecidas en la Batalla Por la Vida, Darwin derriba los conceptos fundamentales del cristianismo.

• Pone el origen de la vida exclusivamente en las manos de la naturaleza
• Reduce la vida a un proceso químico al azar
• Descarta por completo la necesidad de un Dios Creador de la vida
• Descarta la creencia que el hombre está hecho en imagen y semejanza de Dios
• Descarta la jerarquía y la superioridad del hombre sobre los animales y la naturaleza
• Establece la autoridad de la ciencia por encima de la religión

Se podría pensar que, para cambiar las creencias tradicionales de manera tan profunda, se ofrecería evidencia contundente. Sin embargo, ese no fue el caso. Lo que propuso Darwin requería un gran salto de fe, basada en la especulación de un hombre de mente cuestionable. Algo que se pasa por alto o se ignora por completo cuando se enseña la teoría de la evolución.

Charles Darwin tenía un severo trastorno de ansiedad, lo cual padeció desde la adolescencia. Sus síntomas eran: Agorafobia, insomnio, depresión, angustia, ataques de histeria, despersonalización, vértigo, temblor, taquicardia, desmayos, vómito, trastornos gastrointestinales, jaquecas, dermatitis, tinnitus, fugas mentales, preocupación por la muerte, obsesión compulsiva, pensamientos suicidas y alucinaciones, que sugiere episodios psicóticos. Los ataques de vómito eran tan frecuentes que mandó instalar un vomitorio en su cuarto de estudio.

Como estudiante, no era aplicado y se la pasaba en las fiesta y la cacería. Ingreso a la universidad para estudiar medicina, por insistencia de su padre, pero lo abandonó. Entonces su padre le propuso que estudiara una carrera eclesiástica y aceptó. Se graduó como pastor anglicano, pero nunca le interesó servir, porque Darwin, al igual que su padre, era agnóstico.

Asistió de manera voluntaria a clases de entomología y botánica, pero nunca estudió formalmente alguna carrera de ciencia. Sin embargo, fue gracias a sus contactos que fue invitado a formar parte del viaje del HMS Beagle como naturista. Un análisis investigativo, de las bitácoras que llevaba durante el viaje, mostró que su metodología para la recolección de especímenes y el registro de datos, era deficiente.

El viaje, que duró cinco años, fue el único que hizo. En el barco sufría de mareos y nauseas que generalmente requerían días de recuperación. En tierra firme, no le iba mucho mejor, A menudo necesitaba varias semanas para recuperarse de sus malestares. Esto fue un patrón que le siguió toda la vida.

Debido a su agorafobia, Darwin vivió casi como un recluso desde los 30 años. Cuando tenía que hablar en público, era tan agotador que necesitaba varios días en la cama para recuperarse. Durante episodios depresivos, podía durar meses encerrado en su recámara. Toda su vida giró alrededor de sus padecimientos y su teoría.

Durante el tiempo que Darwin estaba desarrollando su teoría, tres de sus hijos murieron pequeño, pero la muerte de su hija consentida, Anne, fue particularmente difícil para él. Cayó en una depresión profunda que, aparentemente, le causo alucinaciones acerca de su hija. Para sus otros hijos, fue un padre ausente, Leonardo, su hijo, contó que en una ocasión que intento hablar con su padre, parecía un muerto en vida, incapaz de escucharlo o atenderlo. Esto obligó a Darwin publicar, finalmente, el libro que había estado escribiendo durante veinte años

Darwin no fue el primero en buscar una explicación del origen de la vida en la naturaleza. El naturista, Alfred Russel Wallace, de manera independiente, llego a conclusiones muy similares a las de Darwin sobre la evolución por medio de la selección natural y le envió un bosquejo de su propia teoría. Esto obligó a Darwin publicar, finalmente, el libro que había estado escribiendo durante veinte años.


Darwin consideró a Wallace como co-creador de la teoría de la selección natural, pero hasta ahora es reconocido, aunque no muy mencionado. Quizás, es porque nueve años después de la publicación de libro de Darwin, Wallace abandonó la teoría de la selección natural.
Sus estudios sobre el cerebro humano y sus funciones superiores, además de su interés en el espiritismo, lo llevaron a creer en el mundo sobrenatural y el diseño inteligente. Su conclusión fue que la selección natural no podía explicar el desarrollo de facultades como la consciencia en los seres humanos.

Darwin tenía influencia en el mundo de la ciencia y sus libros eran exitosos. Logró el apoyo de muchos científicos reconocidos. Sin embargo, la aceptación de la teoría de la evolución era más una obra de relaciones públicas que de evidencia sólida. Recibió el apoyo de otras de otras personas en posiciones de influencia como Thomas Henry Huxley. Apodado el Bulldog de Darwin, Huxley era un hombre políticamente sabio, y uno de sus promotores más grandes. Sin embargo, no era porque creía en su teoría, sino porque veía la oportunidad que proporcionaba para establecer la ciencia como una autoridad.

Si Huxley era un bulldog, Darwin era un pitbull. Cuando lograba obtener el apoyo de algún científico escéptico, se jactaba de haberlo convertido y logrado su confesión de fe pública. Para él, era más que una teoría, era una religión.

Estando en la universidad, comprendió que, para descartar un origen sobrenatural de la vida, era necesario demostrar que las especies evolucionaban gradualmente de algún especie u organismo anterior. Esto sugiere fuertemente que desde una edad temprana Darwin tenía la intención de desmentir la creencia en la creación.

Había estudiado teología y sabía perfectamente bien lo que implicaba su teoría. De manera engañosa, Darwin usó un lenguaje metafísico. Como científico, le daba una cara cristiana a su teoría, y una apariencia de objetividad que le permitió ocultar su predisposición en contra de las creencias religiosas.
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Darwin tenía una visión muy pesimista de la vida y se apoyaba en teorías igualmente pesimistas. El fundamento de la teoría de la evolución, era la teoría de Thomas Robert Malthus. En resumen, Malthus creía la población aumentaría de manera exponencial, sobrepasando la producción de la comida, y eso conduciría eventualmente, a la hambruna y mortandad. En la actualidad, esta teoría ha quedado firmemente desacreditada,

Darwin fue un hombre infeliz a pesar de su vida privilegiada. De niño, perdió a su madre y fue criado por un padre autoritario, tirano, controlador y dominante. En una ocasión dijo que su hijo, al que sólo le importaba la cacería, los perros, y la caza de ratones, era una vergüenza para sí mismo y su familia. Se puede imaginar que, para Darwin, era difícil lograr su aprobación. Por otra parte, cabe mencionar la incongruencia de haber propuesto una carrera teológica cuando tanto él como su hijo eran agnósticos.

No es difícil comprender cuál fue el origen de su ansiedad, y eventos como la muerte de sus hijos contribuyeron a su estado emocional precario. Sin embargo, los ataques de ansiedad más severos ocurrieron durante los años en que Darwin desarrollaba su teoría. Trae a la mente una imagen de Darwin vomitando en su estudio mientras intentaba aniquilar el concepto de la creación.

Lo cierto es que Darwin no estaba completamente convencido de que Dios no existía. En algún momento expresó el temor que compartía con su esposa, una cristiana devota. Le preocupaba que su teoría estuviera equivocada porque significaría que, no sólo habría desperdiciado su vida, sino que también habría perdido la vida eterna.

A poco más de un mes antes de su muerte, Darwin le escribió a un amigo diciéndole que a menudo pensaba acerca de la lucha que sostuvo durante la mayor parte de su vida para destruir el argumento del diseño inteligente como prueba de Dios, un tema perplejo para él. Sin embargo, no podía ver con claridad el camino hacía Dios. Darwin era un hombre sin fe, y como él mismo dijo, sin esperanza.

La motivación de Darwin no estaba guiada por la ciencia, sino por sus sentimientos personales. Su aversión por el cristianismo fue la fuerza detrás de su deseo de convertir el mundo en adeptos del evolucionismo. No desarrollo una teoría basada en evidencia, acomodó la evidencia a su teoría.

La aceptación de la comunidad científica de la teoría de Darwin, fue porque era la menos objetable de las teorías materialistas. Sirvió para establecer la autoridad de la ciencia junto con la religión y. posteriormente, la sustituyó como la autoridad dominante. Etsp ñlevó a muchos científicos a desviarse de su fe y creencia en Dios, por lo que no es de extrañar que, hoy en día, menos del 1% son creyentes.

También había intereses a escala mundial, para lo cual la comunidad científica era útil. Establecida como la única fuente de verdad, la negación científica de Dios abrió la puerta a otras ideologías ateas. Tales como, el socialismo, el comunismo y el nazismo. También infiltró las ciencias sociales, la religión, la política, la cultura y la sociedad en general.

Al negar el Diseño Inteligente, también se niega la naturaleza divina del hombre, los valores y la moralidad basada en las leyes de Dios y ha servido para justificar la esclavitud, el conflicto de las razas, el aborto, la eugenesia, el movimiento verde, los derechos de los animales, y la incesante preocupación por la sobrepoblación, por sólo mencionar algunos de los resultados del darwinismo.

En realidad, nada inició con Darwin. Fue un cambio lento y progresivo que empezó en el Jardín del Edén, pero, definitivamente, su teoría de la evolución fue instrumental en el intento de matar a Dios ideológicamente en la mente humana, plantando la semilla de la duda.

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