Los Masones Pt 1 – La Historia

Una de las sociedades secretas más conocidas en el mundo es la de los masones. Como es el caso con todo este tipo de sociedad, el secreto no es acerca de su existencia, sino en cuanto a lo que ocurre en sus reuniones, sus ritos de iniciación, sus ceremonias y el conocimiento que imparten. Através de los siglos, la presencia de los masones ha dejado su huella en el mundo y es, indiscutiblemente, la sociedad que no sólo ha forma parte de la historia mundial, sino que tambien la ha dirigido.

De acuerdo a sus propias leyendas, los masones han existido desde los tiempos antiguos. Algunos de sus historiadores los ubican en los tiempos de Noé, mientras que otras aseguran que eran contemporáneos de los descendientes de Caín. Una de las leyendas más importantes para los masones es el de Hiram Abiff, que fue uno de los principales constructores del templo del Rey Salomón. Según cuenta esta leyenda, Hiram Abiff iba saliendo del templo un día cuando fue emboscado por tres albañiles, exigiéndole que les diera los secretos del masón maestro.  Abiff se negó a divulgarlos y los tres albañiles lo mataron. Cuando finalmente fue encontrado su cuerpo, el Rey Salomón hizo enterrar a Hiram Abiff abajo del templo, grabando en su tumba los secretos del masón maestro. Aunque sea una historia ficticia, para los masones forma una parte importante en sus ritos de iniciación y sus ceremonias.

En el primer siglo DC, y por muchos siglos después, la iglesia católica inició la construcción de catedrales e iglesias en Asia, África y Europa. Los masones empezaron a ganar poder y formaron un gremio al que sólo podían pertenecer compañeros masones. Educados en matemáticas e idiomas, la profesión masónica era respetada. Sin embargo, para el año 1640, la construcción de iglesias decayó considerablemente. La edad medieval también es conocida como la era oscura durante la cual hubo guerras, hambrunas y muerte por pandemias como la peste negra, además de la caída de Roma y la reforma protestante. También fue un periodo de ignorancia y pocos avances en la ciencia y el arte.

Con la escasez de trabajo, los masones se vieron obligados a aceptar miembros que no pertenecían al arte de la masonería. Es decir, para mantener y aumentar el numero de miembros, abrieron su membresía a hombres de todas las profesiones y empezaron a concentrarse en la masonería especulativa o, dicho en otras palabras, el estudio de enseñanzas ocultas.

Los masones copiaron símbolos, ritos y tradiciones de los templarios, muchos de los cuales son orales con el fin de mantenerlos en secreto. Tienen un sistema jerárquico y, aunque aseguran que la masonería solo se trata de una organización fraternal, tiene todos los elementos de una religión. Tiene sus propios nombres y símbolos para Dios y el cielo, su propia teología, oraciones, doctrinas y rituales, además de implementar el uso de un altar y sus propias vestimentas, días de celebración y ritos de consagración. Los masones también tienen su propio calendario. No utilizan el Anno Domini, el año de Nuestro Señor, sino el Anno Lucis, el año de la luz, al cual le añaden 4000 mil años, de manera que el año 2020, para los masones, es el año 6020.

Entre los requisitos para ser masón, el candidato debe ser invitado, debe creer en un Ser superior, religión indistinta, debe mantener en absoluto secreto sus rituales, símbolos, ceremonias y doctrinas, ya que revelan verdad. Sus miembros pueden creer en cualquier dios, incluyendo uno de su propia invención. De esa manera elevan a toda deidad a la altura del Dios de la biblia.

De acuerdo a los masones, el hombre no tiene necesidad de un salvador, ya que no es pecador sino simplemente un ser imperfecto. Siguiendo los principios y practicando la virtud masónica, el hombre puede irse perfeccionando aun después de la muerte. El hombre está por encima de Dios, porque él elige su propio Dios.

Existen dos grupos principales de masones, los del Rito Escoces y los del Rito Yorkino, nombrado así por el lugar donde se estableció la primera Gran Logia en York, Inglaterra en 1717. En ambos ritos, los candidatos deben pasar por tres niveles o grados de masonería: el aprendiz, compañero artesano y maestro masón. Una vez alcanzado el grado de maestro masón, el miembro decide si continua sus estudios dentro del rito Yorkino, el Escoces o en ambos. En el rito Yorkino hay nueve grados, mientras que en el escoces hay treinta y tres grados. En ambos casos, en el nivel mas alto el miembro recibe el titulo de Caballero en referencia a los Caballeros Templarios. Cabe mencionar que entre los niveles más altos dentro de la masonería son los grados rosacruces.

Entre los años de 1725 y 1738, la masonería recorrió Europa estableciendo logias en Francia, Irlanda, España, Italia, Suecia, Suiza y Alemania. En 1730, la masonería llegó a los Estados Unidos. No obstante, la masonería tuvo desde un principio sus retractores. En 1425, el Rey Enrique VI prohibió la reunión anual de los masones. Mas de cien años después, la Reina Elizabeth I mandó su ejercito para impedirla. Para ese entonces, la meta de la masonería era acabar con las monarquías, destruir el cristianismo y la iglesia católica en particular.

En 1738, el Papa Clemente XII emitió la primera condenación pública de la masonería por sus herejías. Principal entre ellas era la negación de la necesidad de un salvador, en esencia negando la divinidad de Jesucristo y un Dios Todopoderoso y la introducción del panteísmo.

Todo esto iba ocurriendo durante la Era de la Iluminación, bajo el liderazgo inicial de Voltaire, filósofo francés, masón y enemigo del cristianismo. La meta del iluminismo y sus proponentes era reformar la sociedad, alejándola de sus principios religiosos como la fe, la revelación y la tradición para concentrarla exclusivamente en la ciencia y la razón. En su esencia, el iluminismo era un movimiento político anticatólico y anticristiano que tuvo repercusiones en todo el mundo. La revolución francesa, la revolución Bolchevique en Rusia, la revolución americana y la Guerra de los Cristeros en México, entre otros, tuvieron sus bases en el iluminismo y la masonería.

En 1859 un grupo político llamado el Carbonari publicó el documento La Instrucción Permanente de la Alta Vendita, en el cual reconocen la imposibilidad de acabar con el catolicismo con obras de convencimiento. Por lo tanto, determinaron que la destrucción de la iglesia católica debía ocurrir desde adentro. Es decir, la infiltración de la ideología progresista desde el sacerdocio hasta los lugares mas altos de la jerarquía de la iglesia, con la meta final de lograr sentar un papa progresista, anticatólico y anticristiano en el trono de San Pedro.

No menos de doce papas han condenado la masonería públicamente y, durante más de doscientos años, ser masón era causa de excomunicación inmediata. En 1873, el Papa Pio IX declaró que la masonería era la sinagoga de Satanás, y en 1972 el Papa Pablo VI dijo que el humo de Satanás había entrado en la iglesia. Sin embargo, en 1983, aunque la prohibición de tomar la comunión siguió vigente, ser masón dejó de ser causa automática de excomunicación.

Aunque la meta primaria de la masonería es la destrucción de la iglesia católica, la meta final es acabar con toda forma de cristianismo, ya que también han infiltrado en las diferentes denominaciones de las iglesias protestantes. Como con todas las sectas gnósticas, los masones pretenden lograr la reconstrucción del alma del hombre. Además, el papel político que han jugado a nivel mundial ha conducido a lo que se ve hoy en el mundo, un movimiento ecuménico o, dicho en otras palabras, una nueva orden mundial.

No es mera casualidad que los países que durante siglos fueron países cristianos, ahora están recurriendo a prácticas paganas e ideologías socialistas y comunistas, pero que lejos de mejorar la sociedad y la vida de sus ciudadanos, la están empeorando. Quien no aprende de la historia está destinada a repetirla.