La psicología humana es paradójica. Por una parte, está todo lo que sabe el hombre acerca de sí mismo, lo consciente, sus pensamientos, sentimientos, deseos, motivaciones y necesidades. Por otra parte, está todo lo que guarda en el inconsciente y le es desconocido. Esta barrera entre el consciente y el inconsciente es necesaria porque la mente humana no está equipada para recibir todo en la consciencia. Para ser funcional, los límites son clave, porque la falta de límites es la locura.

Aunque se desconoce el contenido del inconsciente, lo cierto es que ejerce una gran influencia sobre la mente consciente. Es la verdadera fuerza, o impulso, detrás de lo que las personas creen saber de sí mismos. En otras palabras, son los sentimientos, pensamientos, deseos, motivaciones y necesidades ocultas que dirigen la mente consciente.

Lo mismo es cierto con respecto al mundo de lo oculto. Hay lo que se conoce, que en realidad nunca se ha ocultado, y aquello que es la verdadera fuerza y motivación detrás de eso. Es lo que realmente se ha mantenido oculto aun para muchos practicantes de las artes oscuras. De manera que, para evitar confusión, y establecer una distinción clara, hay que hacer una división entre lo conocido y lo desconocido, sin perder de vista la relación entre ambos. Entonces, a lo conocido se le llamará el ocultismo popular y a lo desconocido, el oculto profundo.

Después de su destierro, Caín se entregó a la maldad, al igual que toda su descendencia y se dedicaron a la creación de dioses paganos, como Ra, dios del sol, una de las deidades más importantes para los egipcios. Su hijo, Enoc, fue creador de símbolos sagrados, jeroglíficas, rituales, ceremonias y ritos en adoración a sus dioses. Ahora, Enoc, hijo de Caín, es frecuentemente confundido, a propósito, con Enoc, el bisabuelo de Noé, de la línea de Seth, el tercero hijo de Adán y Eva. Inclusive, los masones reclaman a éste Enoc como su patriarca y fundador de su conocimiento. Sin embargo, Seth y sus descendientes siempre siguieron al Dios Creador y nunca implementaron ritos, ceremonias o rituales, ni tuvieron dioses paganos. Es imposible que se confundan el primer Enoc con el segundo, que fue llevado en vida al cielo por ser un hombre justo y dedicado a Dios.

El hijo de Caín, en cambio, fue quien corrompió las ciencias sagradas, que fueron dados por Dios, y las utiliza como instrumentos de adivinación, como por ejemplo la astrología. Cuando ocurrió la confusión de lenguas, después de la construcción de la Torre de Babel, la magia, brujería, hechicería, necromancia y todo lo demás, ya eran prácticas arraigadas. Por esa razón, en la formación de las naciones, cada raza, cada cultura y cada nación, tenía su propia versión de lo mismo, al igual que sus propios dioses paganos. Todo ese conocimiento forma parte del gnosticismo, cuyo significado es la salvación por medio del conocimiento.

Para los masones, los rosacrucianos y demás gnósticos, Enoc, Hermes Trisgmegistus y el Rey Salomón, son figuras importantes. Este último en particular, ya que se le atribuye la recopilación y la organización de un grimorio, un libro de fórmulas mágicas y de hechicería. Lo que es menos conocido es que Moisés también fue ocultista durante los primeros 40 años de su vida, pero lo dejó atrás para seguir a Dios. Salomón, en cambio, profanó el templo que le construyó a Dios, permitiendo la adoración de Baal y Moloc y la práctica del sacrificio humano en el mismo templo, que posteriormente fue destruido y el sitio de alojo para los primeros templarios, siglos después.

Si bien la Biblia no lo menciona como lo oculto, de manera muy clara prohíbe la magia, la hechicería, la necromancia y la adivinación, entre otras cosas, por ser abominables. Esa prohibición venía directamente de Dios, pero al igual que ahora, queda al libre albedrío de cada quien. El Primer Mandamiento, Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y toda tu mente, y el Segundo, No tendrás dioses ajenos a Mí, son al mismo tiempo una advertencia, porque la práctica de lo oculto, en cualquiera de sus formas, es de naturaleza espiritual.

El propósito del misticismo es la comunión con los espíritus, como dioses. Tal es el caso en la era moderna en la cual muchas personas buscan comunión con la naturaleza o el universo, como deidades con la habilidad de conceder deseos. Se llaman espirituales, pero no religiosos. Lo que dejan de ver es que tanto la naturaleza como el universo fueron creados por El Espíritu, más no son por sí mismos espíritu. Sólo hay dos fuentes de espíritu, el Bien y el mal, Dios o el diablo. Ni siquiera los gnósticos niegan que fue Dios quien creó el mundo y el universo. Que lo vean como un enemigo es otra cosa.

La práctica del ocultismo se ha hecho tradicionalmente, por así decirlo, a la medianoche. En parte era porque se castigaba con la hoguera por siglos incluyendo en los Estados Unidos, antes de que se independizara de Inglaterra, a finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII. Con una leve investigación se descubre que bastaba con una acusación para encarcelar o imponer la pena de muerte. Se llevaban a cabo pruebas ridículas como aventar la persona acusada al agua. Si no se ahogaba era porque era bruja, pero si se ahogaba, entonces se declaraba inocente. De igual manera, el acusado, inocente o no, terminaba muerto. Sin embargo, no era la única, ni la más importante razón por lo que se practican las artes oscuras a la medianoche.

Las horas entre las doce y las tres de la mañana son de particular importancia para aquellos que se inclinan hacía los espíritus del mal. Es cuando fluye la energía oscura con la cual buscan conectarse. De ser posible, es preferible estar en contacto con la naturaleza y bajo la luz de la luna. Los bosques parecen ser lugares óptimos. Se llevan a cabo ceremonias, rituales y la invocación de los espíritus para lo cual el fuego es imprescindible. Drogas como la marihuana, el peyote, la ayahuasca y hongos alucinógenos, por ejemplo, sirven para aumentar la apertura de los participantes. Dependiendo de la seriedad y dedicación de los participantes, también puede incluir orgías y toda clase de perversiones sexuales, incluyendo el abuso de menores, el sacrificio de animales y, sí, también el sacrificio humano.

Si todo esto suena a locura, una idea delirante, o mera ficción, no lo es. Son prácticas que iniciaron hace miles de años. De hecho, festivos populares, como Halloween, así iniciaron. Aunque existe la inclinación a creer que los participantes son hippies o gente excéntrica jugando con tonterías, la realidad es que muchos de ellos son personas respetables de quienes nadie sospecharía su participación en cosas de este tipo, en ceremonias satánicas. Bien pueden invocar algún espíritu demoniaco en viernes y asistir a la iglesia el domingo.

Para el ocultismo popular no es necesario creer en el diablo. Tampoco es necesario tener conocimiento alguno acerca de las filosofías gnósticas. Es una espiritualidad genérica que no requiere de fe ni razonamiento. Es una religión sin religión y lo que menos concierne es el espíritu con quien se contacta, porque el verdadero propósito de la comunión y comunicación con los espíritus es una búsqueda de poder. La habilidad de imponer la voluntad y tener control sobre los objetos y las personas. Si esos poderes provienen del mal, es de poca importancia. La intención no es buscar un dios, sino ser un dios.

En el momento presente, debe quedar más que claro que la lucha del ser humano es, y siempre ha sido, de una naturaleza espiritual. Una batalla de decisiones entre el bien, el amor, la verdad y la belleza versus el mal, el odio, la mentira y la fealdad. Desde un principio, el hombre ha tenido la libertad de elegir, aun cuando fuera algo que no le convenía, y eso es exactamente lo que se ha hecho. La realidad actual es prueba de ello. Es imposible negar que el mundo ha sufrido una transformación a través de los siglos, pero es una cosa leerlo en libros de historia y totalmente otra vivirlo en tiempo real.

Dos males no hacen un bien, pero la lógica nunca ha sido un impedimento en el deseo de imponer la voluntad en los demás. Hay muchas personas que creen que pueden lograr un bien haciendo el mal. Un buen ejemplo de esto es un grupo de jóvenes alemanes que tuvieron una exhibición en una galería de arte en Los Ángeles, hace pocos años. Su obra, Maldición de Muerte a Nestlé, fue una protesta en contra del lucro corporativo con productos dañinos, además del embotellamiento y venta de agua, producto de la naturaleza que le pertenece a todos. Esta expresión artística incluía pinturas, escultura humana y arte escénica para lo cual se usaron materiales como ¨cuero, pintura, alambre y otros materiales orgánicos incluyendo seres humanos¨, con una música de fondo que sólo puede ser descrito como sonidos del infierno.

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El argumento de estos jóvenes no está sin mérito. Es cierto que la gran mayoría de sus productos, por no decir absolutamente todas, contienen exceso de azúcares y químicos que son dañinos. Además, en el estado de California, por ejemplo, hay una escasez de agua, desde hace años, por lo que los ciudadanos sólo tienen derecho a una cantidad limitada de agua al mes, los excedentes pueden generar costos muy altos, o multas, y es prohibido almacenar el agua aun en tiempos lluvia. Nestlé, en cambio, sigue embotellando, y vendiendo, agua en cantidades masivas en todas partes del mundo.

La falla en este argumento es que no se toma en cuenta la responsabilidad personal. Nadie está obligado a comprar dulces, ni agua embotellada. Nestlé es una compañía suiza fundada en 1905. Si ha logrado convertirse en un conglomerado corporativo internacional, es porque la gente compra sus productos. ¿A quién le debería importar más la salud individual, a la compañía Nestlé o al individuo? ¿A quién le debería importar más la situación del agua para los californianos, la compañía Nestlé o al gobernador de California? A esto hay que añadir la toxicidad de las botellas de agua que la gente ingiere, además de la cantidad de basura que genera. ¿Qué se ve más en las calles y en las playas, popotes o botellas vacías de plástico? ¿Quién es más responsable, Nestlé o la gente que compra sus productos?

El problema mayor no es una simple falla de lógica, sino la visión que tienen estas personas, y muchas más como ellas, del mundo y del ser humano. Basura, odio, esclavitud y negrura. Dicen que el arte es una ventana al alma. Compara las siguientes esculturas. ¿Cuál alma desearías emular?

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El ocultismo popular es para el ocultismo profundo, lo mismo que es el socialismo para el comunismo. Una puerta de acceso que abre el paso hacía la misma meta. La única diferencia es que una está dirigida hacía la esclavitud de la persona y la otra hacía la esclavitud de su alma. En ambos casos, no habrá libertad, ni libre albedrío, ni la habilidad de defenderse de ninguno de los dos porque la gente está quedando desarmada por elección propia, sin las herramientas necesarias para protegerse tanto físicamente como espiritualmente.

En los últimos años, mucha gente cree haber despertado, porque ya reconocen su simbología o la conducta patológica de los poderes que no deben ser, pero hay que preguntarse, ¿será porque realmente los han descubierto o porque ellos simplemente dejaron de ocultarse tanto? Porque la verdad es que la sutileza ya ni siquiera es necesaria. La puerta se abrió desde cuándo y ahora quieren que sepas lo que están haciendo. Por enésima vez, tanto la perdición como la salvación tiene que ser por voluntad propia, así sea en el mundo físico o en el mundo espiritual.

La falta de límites es la locura. La mente humana usa mecanismos de defensa que la protege de recibir en la consciencia cualquier pensamiento, sentimiento o recuerdo que puede ser dañino y se mantiene en el inconsciente cuanto tiempo represente un peligro. Este material puede quedar inconsciente por tiempo indefinido, pero el problema es que terminará por ser una fuerza dominante en los pensamientos y sentimientos conscientes y también en la conducta. Es decir, son la motivación oculta detrás de lo que se tiene en el consciente. Dicho de otra manera, no es tu mente consciente la que manda, sino tu mente inconsciente que te domina.

El temor, la culpa y la vergüenza son debilitantes, por lo que la mente tiene que recurrir a los mecanismos de defensa. En la medida que una persona vaya reconociendo, trabajando y resolviendo esos sentimientos, se va fortaleciendo su mente y su capacidad para recibirlos en la consciencia. Sin embargo, muchas veces ocurre que por no enfrentarse a sus sentimientos negativos, estos van aumentando e inclusive pueden causar enfermedades. La energía no se destruye, se transforma y siempre busca una salida.

Lo mismo ocurre a nivel espiritual cuando se niega a ver la maldad. Va creciendo y esparciéndose hasta que empieza a dominar, no porque tiene más poder, sino porque simplemente se ignora y, por lo tanto, no se resiste. En este caso, el mecanismo de defensa es la verdad, la fe y el razonamiento. Por esta razón, es que las primeras armas que se implementan en contra del ser humano son el temor, la culpa y la vergüenza, para confundir y desequilibrar tanto psicológicamente como espiritualmente.

¿De qué sirve reconocer símbolos si no hay un entendimiento acerca de lo que realmente significan? Sea un compás, un ojo arriba de una pirámide, un pentagrama o la hoz y el martillo. No es en sí el símbolo lo más importante, es la filosofía que representa. El verdadero significado, no el cuento de hadas popular que venden al público. El ocultismo popular es el pan y circo que se presenta al mundo, algo para escandalizar y entretener. Mientras tanto, los adeptos del verdadero ocultismo, el ocultismo profundo, siguen avanzando su causa con tanto éxito. Esto es lo que realmente se oculta de lo oculto.

El desarmamiento que ha dejado al mundo indefenso es la falta de conocimiento y para eso hay que asignarle mucha responsabilidad a las iglesias cristianas. Las advertencias acerca de lo que es ofensiva para Dios y la amenaza del infierno solamente funciona si las personas creen en Dios y la existencia de un infierno. Igualmente, promesas de una vida eterna, sólo funcionan para los que creen. Pero, para la gente que vive para el aquí y ahora, el momento presente, pierde efecto. Quieren la gratificación instantánea, no quieren esperar. El Poder del Ahora. Poder. No paz, no amor, no verdad. Poder. Entonces, se entregan a sus emociones y se olvidan de la razón e ignoran por completo que ese fue el plan.

El ser humano busca encontrar sentido en las cosas porque esa es su naturaleza. Sin embargo, el sentido que le da a las cosas depende mucho de su propias creencias, pensamientos y sentimientos acerca de los demás y el mundo. La gente buena busca la bondad en los demás y la gente maliciosas busca la malicia. La mas vulnerable, de estas dos, es la gente buena porque demasiadas veces toman por bueno lo que no tiene nada de bueno, y es la razón por la cual los narcisistas, sociópatas y psicópatas tienden a ser tan exitosos en su maldad. La gente buena no los ve tal y como son.

Es difícil tener que aceptar que existe la maldad en el mundo, pero esa es la realidad y si no la sabes reconocer, ¿cómo te proteges? Zambutir la cabeza en la arena, como un avestruz, no es ninguna protección. Si darse cuenta es sanar desde la perspectiva psicológica, darse cuenta es vencer en cuanto a lo espiritual. Si las iglesias cristianas hubieron explicado con toda claridad en que consiste la maldad, en su forma física y espiritual; si hubieran explicado el peligro y daño individual inmediato en ésta vida; si hubieran explicado y enseñado cuales son los trucos del engaño, quizás no se estuviera viviendo la situación actual. Quizás se hubiera podido reconocer a las personas del mal y no hubieran avanzado tanto.

Lo adeptos del ocultismo profundo no pierden su tiempo con los trucos mágicos del ocultismo popular. Ellos practican la verdadera magia y no se dan a notar en público. No tienen ningún interés en exhibirse porque manteniéndose ocultos son más efectivos, e ignorados. Ni quién los reconozca. Sus ritos, ceremonias y rituales son mucho más perversos, mucho más oscuros que cualquier cosa que puedes ver en el cine. No se entregan a Satanás, se entregan a Lucifer.

Es muchísimo más fácil infundir temor en un grupo, que paz y tranquilidad. Sea psicológico, emocional o espiritual, la paz y la tranquilidad es algo individual, muy personal y, a decir la verdad, dolorosa. Enfrenta el hombre a sus temores, inseguridades y dudas, pero para eso es que tiene razonamiento. Quien cree que la paz y la tranquilidad se puede obtener a través del poder y la riqueza, se engaña. La gente que tiene poder y riqueza nunca descansan. Siempre quieren más y son capaces de todo por tal de obtenerlo y mantenerlo. ¿Cuánto tiempo llevas usando un cubre bocas?

Si no quieres leer la biblia, no lo leas. Si no quieres creer en una vida eterna, no creas. Si no quieres creer o tener fe en Dios, no lo tengas. Pero toma en cuenta que los altos poderes ocultos del mundo saben muy bien todo lo que dice la biblia y confían ciegamente en que lograrán una vida eterna, con Lucifer como su dios.

De verdad que el mundo está al revés. Los que deberían tener miedo no lo tienen y los que realmente deberían estar confiados están temblando y haciendo filas para salvarse. Si eres creyente y tienes miedo, no has entendido nada, porque el Amor Perfecto echa fuera todo temor.