La Bestia Crowley

La existencia de la maldad en el mundo es una trágica realidad y son muchos los personajes que han contribuido a su transmisión a lo largo de la vida humana. Sin embargo, son pocas las personas que lo han hecho de una manera tan abiertamente y con tanto orgullo como Aleister Crowley. Decir que era un hombre disoluto y perverso es quedar corto en la descripción de su naturaleza. Mas allá de un gusto por la vida desenfrenada, Crowley no solo abrió la puerta a la maldad, la hizo popular.

Es muy probable que, sin saberlo, has hecho tuyas algunas de sus ideas. De seguro, has admirado a varios de sus seguidores e inclusive has aumentado la riqueza de los mismos y, por consecuencia, la habilidad de seguir promoviendo las creencias de Crowley. Por muchos años se desconocía hasta qué punto llegaba su influencia, pero hoy se sabe claramente que tuvo un tremendo impacto en personas históricamente importantes para el mundo.

Edward Alexander Crowley nació en una familia adinerada. Su padre, Edward, era dueño de una compañía cervecera. No obstante, los padres de Crowley eran religiosos, miembros de la Fraternidad Exclusiva, una rama del movimiento evangélico que estaba vigente en Inglaterra a finales del siglo XIX. Al parecer, Crowley admiraba su padre, un hombre devoto que pasaba su tiempo predicando el evangelio. La relación con su madre, en cambio, siempre fue difícil. Después de la muerte de su padre, cuando Crowley tenía once años, su relación con su madre empeoró. Fue un parteaguas para Crowley quien llegó a odiar, tanto a ella como a su religión. Dejo de usar su nombre de nacimiento, en parte porque era el que le había puesto su madre.  

Crowley no solo se volvió desafiante en el hogar sino también en el internado, donde recibió fuertes castigos por su mala conducta. Su madre y su tío intentaron enderezar al joven rebelde, enviándolo a mas de un internado, sin embargo, discutía con sus maestros acerca de la veracidad de la biblia y se deleitaba en hacer cosas que se consideraban inmoralidades, como fumar, masturbarse y frecuentar prostitutas, de quienes obtuvo gonorrea, cuando aún era adolescente. Ya desde entonces, recibió de su madre el apodo por el que fue conocido el resto de su vida, La Bestia, refiriéndose al libro de Apocalipsis en la biblia.

Lejos de ofenderse, Crowley se identificó con el apodo de La Bestia y su madre llegó a creer que el era un anticristo. No obstante, muchas veces intentó hacerlo arrepentirse de su mala conducta, pero Crowley jamás lo hizo. De acuerdo a Crowley mismo, no era que no creyera en la teología de la iglesia. De hecho, hasta conocía bien la biblia, ya que su padre le leía un capítulo, todos los días, después del desayuno. Crowley simplemente eligió seguir a Satanás.

“No estaba contento con creer en un diablo personal y servirle, en el sentido ordinario de la palabra, yo quería contactarlo personalmente y convertirme en su jefe de personal.”

Alumno de la misma universidad donde estudió Isaac Newton, Francis Bacon y Charles Darwin, Crowley inició estudiando filosofía, pero luego cambio a literatura. Su talento por la prosa, no obstante, fue dedicado a escritos como Manchas Blancas, un libro de poemas dedicado al onanismo, la blasfemia, pederastia, sodomía, bestialidad, sadomasoquismo y necrofilia, publicado en 1898, cuando Crowley tenía apenas veintitrés años. Ni siquiera el Marqués de Sade le ganaba en lo perverso y despreciable de sus escritos.

Al terminar la universidad, Crowley se hizo miembro de la Orden Hermética del Amanecer Dorado, una sociedad secreta dedicada a estudiar y practicar el ocultismo, la metafísica y actividades paranormales, basada en el rosacrucianismo y la masonería esotérica. William Wynn Westcot, uno de los miembros fundadores, fue el autor de El Libro de los Números: Su Poder Oculto y Virtud mística. De acuerdo a Westcot, el número once era un número malévolo para todos los pueblos. Es la esencia de todo los que es pecaminoso, dañino, imperfecto, destructivo y violento. Es un símbolo de derrota y muerte. Subsecuentemente, los números formarían una parte importante en los escritos de Crowley.

En 1899, Crowley adquirió la Casa Boleskine, en Loch Ness, Escocia, con el propósito de invocar los cuatro grandes príncipes de la maldad, tal y como lo dictaba un antiguo grimorio que estaba estudiando. Un grimorio es, básicamente, un libro de instrucción acerca de la magia, cómo hacer hechizos, encantaciones y adivinaciones; como crear amuletos y talismanes; y cómo invocar espíritus.

En cuanto inicio la invocación, durante la pascua del año 1900, demonios empezaron a aparecer en la Casa Boleskine, afectando a muchas personas. Después de tomar durante tres días, su amo de llaves intentó matar a su esposa e hijos y los vecinos evitaban pasar por su casa. Crowley nunca terminó la invocación, sin embargo, su casa quedó lleno de espíritus malignos.

Con la herencia que le había dejado su padre, Crowley se dedicó a dar rienda suelta a sus vicios, perversiones sexuales y a viajar por Europa, Asia, Egipto, Canadá y México. La influencia de Crowley ya empezaba a extenderse, sobre todo en escritores y poetas que hoy día son considerados entre los clásicos de la literatura inglesa. Para entonces, Crowley ya era un alcohólico y heroinómano, pero quizás su mayor adicción fue a la perversión desenfrenada.

“Me he expuesto a toda forma de enfermedad, accidente y violencia. Me he impulsado a deleitarme en perversiones sucios y repugnantes, y a devorar excrementos humanos y carne humana. He dominado todos los modos de mi mente y me he hecho una moralidad más severa que cualquier otra en el mundo.

Durante un viaje a Egipto, Crowley hizo contacto con una entidad que se decía llamar Aiwass, quien le dictó el libro titulado El Libro de la Ley. Dicha obra declara el fin de la era de Osiris, el dios moribundo, y el nacimiento del Eón de Horus, el dios coronado y conquistador de la nueva era. En este libro deja asentado el mandamiento, Haz lo que quisieras será la totalidad de la ley, principio fundamental de mayor importancia en el cual el hombre debe buscar la absoluta libertad, sin restricciones, ni limitaciones de ningún tipo. El hombre solo puede encontrar la autorrealización al seguir su propia voluntad es la filosofía de la religión Thelema, establecida por Crowley.

En 1910, Crowley se hizo miembro de un grupo de ocultistas alemanes llamado el Ordo Templi Orientis (OTO), para el cual el rito sexual era el sacramento sagrado de una religión basada en la masonería y la magia. En ingles, la palabra magia se escribe magic, pero Crowley lo escribía con k, magick, esto para distinguirlo de los trucos mágicos para el entretenimiento. La magia que practicaba Crowley era de otro tipo, con un propósito muy distinto, y no hay que pasar por alto que la k es la letra onceaba del abecedario.

En 1925, fue invitado a una conferencia del OTO en Alemania. Allí conoció a una conocida de Madame Blavatsky, una anciana llamada Martha Küntzel, quien terminó por ser un discípulo de Crowley. Tanta era su admiración, que tradujo El Libro de Ley en alemán y se lo entregó a Adolf Hitler, al que consideraba su hijo mágico.

La llegada del OTO a Norteamérica fue gracias a otro discípulo de Crowley, Charles Stansfeld Jones. Uno de los iniciados de Jones, W.T. Smith, junto con su esposa, fundaron una iglesia de Thelema en Hollywood, donde daban misas gnósticas cada semana. Entre los feligreses de dicha iglesia estaba el actor, John Carradine, padre del también actor David Carradine, quien fuera el protagonista de la serie Kung Fu en los años setenta, y que, hace pocos años, murió por accidente en la practica de la asfixia autoerótica que acostumbraba. Sin embargo, es Jack Parsons, un hombre poco conocido, quien forma parte de una historia más grande.

Aunque nunca cumplió sus estudios formales, Jack Parsons, un genio en los campos de la ingeniería y la química, fue el inventor del combustible solido para cohetes espaciales. El interés de Parsons por lo oculto inicio mucho antes de encontrar la filosofía de Crowley y formar parte de la Logia Agape del OTO en California. Tan devoto era a las enseñanzas Thelemitas, que Crowley mismo le pidió que se hiciera cargo de la Logia, reemplazando a Smith, su fundador. La relación con Crowley era muy estrecha, aunque al parecer nunca se conocieron en persona, y Parsons lo llamaba su mas amado padre. Obsesionado con El Libro de la Ley, Parsons practicaba la magia negra y participaba en orgias sexuales por lo que fue investigado por la FBI en varias ocasiones, después de ser reportado por sus actividades rituales, pero es hasta 1945 cuando realmente empieza la historia trascendente del ocultismo de Parsons.

Crowley, Parsons y Hubbard

L. Ron Hubbard era un escritor prolífico de libros de ciencia ficción, y posterior fundador de la religión Scientology, entre cuyos miembros se encuentran Tom Cruise y John Travolta. De acuerdo a biógrafos, Hubbard era un mitómano empedernido que inventaba aventuras y honores, así como enfermedades, tan irreales como sus libros. Encontrándose en dificultades económicas rentó un cuarto en mansión de Parsons en Pasadena, California, pero Hubbard no tardó mucho en demostrar su verdadero carácter, al tener un amorío con la novia de su nuevo amigo. No obstante, Parsons estaba impresionado con Hubbard, diciéndole a Crowley en una carta que, “es el hombre más thelémico que he conocido.”

Juntos, Parsons y Hubbard, quien no tenia experiencia practica con respecto a la magia, iniciaron las Obras Babalon, un rito de magia sexual, con la intención de encarnar la Mujer Escarlata o la Madre de la Abominación, diosa de la religión Thelema y equivalente a la ramera de la Babilonia, mencionada en el libro del Apocalipsis. Parsons quería crear un hijo lunar como lo señaló en su libro del mismo título y, de acuerdo en una carta a Crowley, creyó que lo había logrado. Que, en alguna parte, ya se había plantado la semilla que daría a luz a un alma perfectamente demoniaca.

Algunos investigadores creen que lo que Parsons y Hubbard realmente lograron, fue abrir un portal a otra dimensión. Curiosamente, a mediados de 1947 ocurrió el Incidente Roswell, cuando un objeto volador no identificado cayó en el área de Roswell, Nuevo México. También curioso, es el hecho de que, a partir de entonces, iniciaron los supuestos avistamientos y secuestros por parte de extraterrestres. A partir de los años setenta, hubo un gran aumento en el interés por la vida extraterrestre.

Todo se pudiera ignorar como una historia fantástica basada en ciencia ficción si no fuera por dos hechos: Primero, un dibujo hecho por Crowley de un ente que invocó, bajo el efecto de la mezcalina, que se dijo llamar Lam. En el Tíbet, la palabra lam significa camino y en el budismo, un lama es aquel que va. El dibujo es muy parecido a la descripción que han dado cientos de personas quienes aseguran haber tenido contacto con extraterrestres. Segundo, el gobierno de Estados Unidos nunca ha dado una explicación satisfactoria al público de lo ocurrido en Roswell y los restos de dicho incidente jamás han sido exhibidos públicamente. Mas de setenta años después, siguen bajo la protección militar de los Estados Unidos.

Lo que inicialmente causó gran temor con respecto a la existencia de la vida extraterrestre, ahora se ha convertido en una especie de admiración y esperanza. Hoy día, muchas personas esperan la llegada de estos seres, creyendo que serán la salvación de la tierra y del hombre mismo, sin poder decir a ciencia cierta si existen, y de existir, si no son demonios.

La influencia de Crowley seria menos alarmante se si limitara a temas de tipo ciencia ficción, sin embargo, la realidad es otra. Entró a la cultura popular escoltado por los músicos, artistas, cineastas y escritores más importantes de cada década, desde los años sesenta, hasta el día de hoy. Entre los primeros en introducir Aleister Crowley a sus admiradores, están los Beatles, con su álbum Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band.

Led Zeppelin es otro grupo con afición hacia Crowley, particularmente Jimmy Page, quien terminó comprando la Casa Boleskine, pero quien nunca pudo pasar una noche allí debido a la actividad demoniaca que se presentaba. De los Rolling Stones, Mick Jagger parece haber sido el más allegado a Crowley, o al menos, varios de sus amigos. Su participación tanto musical, como de actor en la película, invocación de mi Hermano Demoniaco, hecho por Kenneth Anger, amigo íntimo de Crowley, deja poco lugar a duda. Por último, no hay que olvidar a David Bowie, quien escribió lo siguiente para la canción, Quicksand: Estoy cerca al Amanecer Dorado, inmerso en el uniforme de Crowley. No soy un profeta ni un hombre de la edad de piedra. Solo un mortal con la potencial de un superman.”

No todos los famosos que simpatizan con las ideas de Crowley, lo admiten públicamente. Sin embargo, es difícil dejar de notar ciertos signos y símbolos que formaban parte de sus escritos. En las películas , los números once y nueve aparecen sobre todo cuando hay un tema gnóstico o anticristiano. En los videos musicales, la presencia de símbolos como la pirámide, el ojo de Horus y la imagen de Baphomet, y en la television y la literatura la omnipresencia de la magia, cada vez más negra, hace imposible negar que proviene de una influencia oculta.

¿De dónde lo aprenden? Es muy improbable que hayan leído los textos antiguos de donde originan todo este conocimiento. Y, aun en el caso de no leer los escritos de Crowley directamente, de seguro leyeron a quienes fueron influenciados por él.

Lo más inexplicable es, ¿por qué? ¿Qué es lo que pudieran admirar de ese hombre o de sus escritos? ¿Qué tanta credibilidad puede tener un hombre que vivió de la manera más degenerada por elección propia, creyendo que llegaría a ser un dios? Crowley era un misógino por excelencia. Prácticamente todas las mujeres que vivieron con él terminaron adictas, alcohólicas, locas o se suicidaron. Crowley mismo fue un heroinómano hasta el final, viviendo de la caridad de sus seguidores, dejando atrás demonios por dondequiera que pasaba.

¿Cómo es posible que un hombre tan perverso, tan lleno de odio hacia la humanidad y hacia si mismo, tenga un sólo admirador? Peor aun, ¿cómo es posible que se ha permitido que una ideología tan abismal sea presentado como algo normal? La respuesta se debe en parte al hecho de que no sabemos lo que nos están presentando. No hace falta que leas una sola letra de sus libros, basta con el bombardeo constante de los signos y símbolos que llevan toda la carga de su mensaje.

No estaba lo suficientemente iluminado para comprender que la fama del hombre no tenía nada que ver con su verdadero éxito, ya que la prueba de su destreza radicaba en la influencia invisible que había tenido sobre generaciones de hombres.

Crowley en alguna ocasion dijo que, en mil años, el mundo estaría sentado bajo el atardecer de la Crowleyanidad. Tomando en cuenta el cambio tan drástico que ha ocurrido en el mundo en los ultimos cincuenta años, puede ser que no se tarde tanto.

Por eso Angel, conoce tu líder.

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