Todo organismo vivo contiene ADN, el código genético que determina las características de cada una de las aproximadamente 8.7 millones especies que existen sobre la tierra y que la evidencia científica sugiere comparte una misma ascendencia. Es decir, tiene un mismo origen. Pero de todas esas especies, el ser humano es la única con la capacidad para el razonamiento, el lenguaje y otras habilidades cognitivas que apoyan la creencia cristiana de que todo fue creado por diseño inteligente y el hombre fue hecho en imagen y semejanza de un sólo Creador.
En el 2020, Emmanuelle Charpentier de Francia y Jennifer Doudna de Estados Unidos, ganaron el Premio Nobel de la Paz de química por la invención de la tecnología CRISPR. En español lo llaman tijeras genéticas, el método por medio del cual pueden editar los genes y alterar el ADN. Para los científicos, este descubrimiento significa la posibilidad de curar enfermedades hereditarias, el punto de venta principal que se presenta al público.
Sin embargo, también significa la habilidad de quitar o añadir características al antojo. Experimentos en ratones usando la edición genética han logrado, la fecundación de ratones sin necesidad de sexo ni esperma, y crear una camada de descendientes de un sólo sexo. A la fecha, ningún país ha legalizado la edición genética abiertamente, pero ya se ha llevado a cabo en tanto en adultos y embriones. En China ya nacieron al menos tres niños CRISPR.

A Watson y Crick se les atribuye el descubrimiento del ADN por lo que también habían recibido un Permio Nobel. Sin embargo, se sabe que un químico suizo fue el primero en identificar el ADN ya desde 1860, mismo año en que Darwin publicó su libro, El Origen de las Especies, y 44 años después de que Mary Shelley escribiera el libro de terror gótico, Frankenstein, la historia de un científico atormentado que desea penetrar los secretos de la naturaleza.
Considerado como el primer libro de ciencia ficción, el titulo original del libro es Frankenstein; o el Moderno Prometeo, en referencia al dios Titan que robó el fuego del Olimpo para dárselo a los hombres. Obsesionado con saber los secretos más profundos de la naturaleza y tener conocimiento sobre la vida y la muerte, el Dr. Víctor Frankenstein usa la electricidad para reanimar a un muerto, pero termina creando un monstruo que luego no puede controlar.

Pero más curioso que la trama del libro es el hecho de que Mary Shelley tenía apena 18 años cuando lo escribió y la electricidad era una tecnología muy moderna en aquel tiempo. Se pudiera atribuir su obra literaria a la imaginación fantástica de una adolescente, si no fuera por el hecho de que ya a esa edad estaba casada con el poeta Percy Shelley, un hombre fuertemente influenciado por el rosacrucianismo y obsesionado con el mundo de lo oculto.
De acuerdo a la teología católica, los ángeles conocían los planes que tenía Dios para el mundo, pero sólo aquello que les permitía saber. Entre esos ángeles estaba Lucifer, al que Cristo vio caer como rayo del cielo, porque se negó a servir al hombre. Cuando la serpiente engaño a Eva, Dios puso enemistad entre la semilla de la mujer y la semilla de la serpiente. Esto es, entre la mujer de quién nacería toda la humanidad, y toda la maldad, tanto del mundo espiritual como el mundo material, del que se tendría que proteger el hombre.
Como relata la historia bíblica, los ángeles caídos se unieron a las hijas del hombre y procrearon Nefilim, unos seres gigantes que no eran ni humanos, ni espíritu. Fueron los primeros caníbales, practicantes de la bestialidad, y corrompieron toda la humanidad, de manera que cada pensamiento de cada hombre era siempre de maldad todo el tiempo. La única excepción fue Noé, un hombre justo y sin culpa. Durante los 120 años que tardó en construir el arca, intento advertir a la gente que volvieran a Dios porque pronto llegaba la destrucción del mundo, pero los únicos que se salvaron fueron Noé y su familia.
En la actualidad, hay muchos estudiosos religiosos que creen que la maldad que invadió al hombre no fue una cuestión de comportamiento o de carácter, sino un cambio mucho más profundo. Creen que se modificó el ADN humano, y el de los animales, de manera irreversible. En otras palabras, perdieron su verdadera naturaleza. La mitología y los dibujos antiguos representan los dioses de la antigüedad con cuerpo de humano y cabeza de animal. Si realmente fue así, quién sabe, pero en un tiempo en que el lenguaje debió ser limitado y la ciencia aun no existía, ¿de que otra manera hubieran podido comunicar lo que había ocurrido?

El tema de los gigantes es algo controversial porque no existe mucho detalle sobre ellos, pero se cree que la modificación del ADN, y probablemente el sacrificio de niños posterior, fue para evitar que el Mesías naciera, y así impedir la salvación del hombre. Los ángeles sabían que llegaría el Mesías a la tierra, nacido de una mujer, pero no sabían cuándo, ni de qué mujer. Tampoco sabían que, al crucificar a Jesús, el plan de Dios para el hombre se cumpliría.
Que llamen mito a algo no significa que no está basada en una realidad. Alguna versión de los gigantes está presente en las historias de todas las culturas y en todos los continentes. Solamente sería posible si en algún momento hayan compartido una misma historia y un lenguaje común, como cuenta la historia de la torre de Babel. Además de las pirámides, se han encontrado artefactos antiguos en Centroamérica que son representativos de la cultura egipcia. La siguiente gráfica es un artefacto encontrado en México por arqueólogos de Estados Unidos.


Que llamen ficción a algo no significa que no tiene algo de verdad. En la vieja serie de los años 60, Star Trek, el personaje de Spock era mitad vulcano y mitad humano. Es un híbrido porque es el producto de dos especies distintos, como los Nefilim. No se sabe a ciencia cierta si el personaje fue inspirado por la historia antigua, pero hay algunos indicios que lo hace una posibilidad. Hay quienes creen que Gene Roddenberry, el creador del programa fue un masón de grado 33, pero no hay evidencia contundente que lo apoya más que algunos nombres y claves que son significativos dentro de la masonería.

Por ejemplo, uno de los últimos descendientes de Caín mencionado en la biblia es Tubal-Caín. Herrero y metalurgo, fue el primero en forjar el bronce y el latón. Para los masones es una figura muy importante y su nombre es significativo en los ritos de los masones especulativos. Según el historiador masónico, Albert Mackey, es un símbolo de las posesiones materiales y el vulcano de los paganos. Lo más probable es que pereció en el diluvio que fue el fin de todas las generaciones de Caín.
La creencia masónica, como todas las creencias gnósticas, es la inversión de la historia cristiana. Su dios es lucifer, mientras que, para ellos, el Dios de la biblia es un tirano del cual el mundo debe liberarse. Su filosofía, y su simbología, ha infiltrado en todas las áreas de la vida, desde el mundo de Disney hasta la geopolítica y todo entre medio. Una de sus deidades es Baphomet, un demonio hermafrodita con cabeza de chivo, cuerpo humano y alas de ángel.
Que tengan a Tubal-Caín como uno de los fundadores de la masonería, supuestamente por su artesanía, es notable tomando en cuenta su ascendencia y el tiempo en que vivió. Sin embargo, quizás el significado de su nombre proporciona un sentido más profundo de su admiración. Tubal: tierra, posesiones materiales, confusión y Caín: espada. Esto es exactamente lo que se ha sembrado por lo que no es mera casualidad que el mundo hoy se encuentra en un estado de confusión y penetrado por una ideología materialista.
No hay nada nuevo bajo el sol. Todo lo que ocurre hoy, ya había ocurrido antes. Lo único que ha cambiado es la tecnología. Esto no significa que toda tecnología es mala, porque ciertamente también ha aportado beneficios, pero todo depende para que se usa. Piénsalo. ¿Por qué será que están invirtiendo tanto tiempo y dinero en lograr la fecundación en ratones del mismo sexo, cuando hay tanto niños que pudieran ser adoptados? ¿Para el uso posterior en humanos que representan menos del 1% de la población mundial? ¿O es que esperan un gran aumento en esa población? ¿Será por eso que están tan insistentes en bombardear a los niños con la ideología transgénero? ¿Los estarán preparando?
Es totalmente incongruente traer más niños a un mundo en que millones son abortados cada año. También lo es querer prolongar la vida del hombre cuando han estado obsesionados por la sobrepoblación desde hace 200 años. Cuando se la pasan aterrorizando a los niños con la idea de que van a destruir el planeta y, además, producen en cantidades masivas productos y farmacéuticos que son nocivos para la salud. ¿Le encuentras sentido? ¿Serán estos los verdaderos motivos o será que son la perilla de la puerta que realmente quieren abrir? Pero la pregunta más importante es, ¿a qué o a quién quieren dejar pasar?
Hace sospechar que lo que intentan hacer a futuro es reemplazar al hombre que creó Dios, completamente humano, con el übermensch del que escribía Nietzsche. Un poshumano superior, sin dolor ni padecimiento, libre de toda atadura de la moralidad y que sólo responde a los deseos de su propio corazón, creado de manera artificial, desprovisto de toda espiritualidad y sin necesidad de un Creador, en un mundo en el cual cada quien es su propio dios. Ese es el sueño moderno que no tiene nada de moderno. Es la idea antigua de los gnósticos y de Lucifer mismo, Seréis como dioses, y con lo cual encaminarán al hombre a renunciar de manera voluntaria a su propia humanidad y su perdición.
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Permítame felicitarlo por este y cada uno de sus análisis, hace usted un gran trabajo.
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Muchisimas gracias por sus palabras, Rosanna. Se agradecen de todo corazón!
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Reblogueó esto en Katya.
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