La mayoría de las personas no suelen creerse capaces de caer en las garras de un culto. Se imaginan que solamente le ocurre a gente ignorante, sin recursos o de estabilidad emocional y/o psicológica precaria, pero en realidad, no es así. Un culto es un grupo social que es definido por sus creencias religiosas, espirituales o filosóficas inusuales o por su interés común en una personalidad, un objeto o meta. Dada esa definición, no es difícil entender que, en la actualidad, billones de personas alrededor del mundo están metidos en un culto y ni cuenta se dan.

En la entrada El Camino Hacia el NOM, se presentaron algunas características de los cultos. En específico, las tácticas que se implementan para controlar a sus seguidores. En esta entrada se pretende demostrar de qué manera se están implementando las mismas tácticas pero en el contexto de la situación actual y que, además, no se trata de un solo culto, sino una variedad de cultos que funcionan de manera independiente pero que, al final, forman parte de un gran culto.

La ciencia, las instituciones educativas y la educación en general, los movimientos políticos y sociales, los grupos políticos, los noticieros y las redes sociales son unos cuantos de los muchos cultos, que, sea evidente o no, sea a sabiendas o no, funcionan a favor del Gran Culto, por increíble que parezca. No es precisamente que se pongan de acuerdo, simplemente comparten una mentalidad semejante, una ideología que tiene como propósito la imposición de un nuevo sistema, el del Nuevo Orden Mundial.

En el último año, muchas personas han despertado a la distopía que se está viviendo en el mundo. Ya no es una obra de ficción, es una realidad. La situación actual recuerda a muchos de las historias contadas en libros como 1984 de Orwell, Farenheit 451 de Bradbury y Un Mundo Feliz de Huxley, pero ignoran todos los libros que se han escrito advirtiendo de todo lo que estaban haciendo para preparar el campo. Mientras la mayoría de las personas vivían su vida, los poderes que no deben ser estaban ocupados en arrear a la población como ganado. No fue un curso natural, fue planeado.

Para poder manipular al hombre hay que conocer bien su psicología. Es necesario aprender cuáles son sus necesidades, deseos, gustos y, sobre todo, sus temores. Vaya que aprendieron bien, pero hay que comprender que fue un proyecto multi-milenial, multi-generacional, multi-direccional y multi-disciplinario. Como ranas en una olla, fueron subiendo el fuego lentamente y hoy la población se encuentra a punto de hervir.

El nivel de malevolencia es demasiado difícil de creer para muchas personas. Pero es precisamente esa ingenuidad y negación de la realidad que ha permitido la terrible situación en que hoy se encuentra el mundo. Hay que admitir que han sido sumamente geniales. Aunque muchas personas están más conscientes que antes, la mayoría de la población mundial sigue bajo un trance y el poder del Gran Culto. Como se ha dicho muchas veces en esta serie de escritos, nada de esto hubiera podido ser posible si no fuera por la participación de personas, en su gran mayoría gente decente, que simplemente no podían, ni pueden todavía, concebir que exista tanta maldad en este mundo.

La ciencia, por ejemplo, es más arte de lo que se imagina. Hay muy pocas leyes y una infinidad de teorías, la mayoría de las cuales, como la teoría de Darwin, jamás se han comprobado, pero, aun así, se presentan como hechos indiscutibles. La gran mayoría de las personas desconocen por completo la física, la química y la biología, por lo que no queda de otra mas que creerles. No se permiten dudas, preguntas ni disidencias de otros científicos y mucho menos del público en general. El mandato es creer y hacer lo que ellos dicen y punto.

En las instituciones educativas existe otro tipo de dictadura. Ya no se enseña el juicio crítico, sino que se instruye cómo y qué deben pensar los alumnos. No se recibe una educación liberal en el sentido clásico de conocimiento amplio, sino la educación liberal en el sentido político y social y cada generación parece menos educada que la anterior.

En cuanto a los movimientos políticos y sociales, que supuestamente tienen como propósito unir a la gente, realmente no hacen otra cosa que causar, cada vez más, mayor división. Infunden una mentalidad de nosotros vs. ellos, mi realidad vs. tu realidad y la realidad misma. Ya no es vive y deja vivir, sino todo lo contrario. Es la imposición del cambio de opiniones, creencias, culturas, costumbres, valores e inclusive de lenguaje. Quien no se subscribe a esta misma ideología es tachado de racista, elitista, tóxico, fóbico o cualquier otra etiqueta que se les ocurre con el propósito de avergonzar y presionar a los que no quieren someterse. Lo más insólito es que estos grupos, en general, representan menos del 1% de la población mundial. Es la nueva oligarquía, el dominio de los pocos sobre los muchos. Sin embargo, lejos de lograr la unión que profesan querer, se dividen hasta entre ellos mismos.

Los medios sociales también se han vuelto un culto dentro de su propio culto. Por una parte, es la veneración del yo, que hace creer a los usuarios que su cada pensamiento, sentimiento y opinión son de importancia para conocidos y desconocidos por igual. Lo que comen, a donde van, con quien van, hasta intimidades que cualquier persona sensata mantendría en privado o, cuando menos, sólo lo compartiría a su círculo íntimo de amigos o familiares. Pero no, todo es para el consumo del público, les interese o no. Con todo eso, le proporcionan al culto mayor inmediato, los medios sociales y por ende a los tecnócratas, toda la información que necesitan para desarrollar perfiles y manipular mejor al público. Toda esa información se recopila y se vende a empresas que la utilizan para bombardear con anuncios de los productos que sus algoritmos arrojan. También venden esa información a gobiernos, y no precisamente al gobierno del país de procedencia del usuario (Tik Tok). De hecho, cada vez que un usuario da permiso a cualquier aplicación de tener acceso a sus contactos, fotografías, audios, mensajes, etcétera, les da no sólo acceso sino también permiso para utilizar esa información como quieran. Así es como ganan su dinero. No es por nada que los ´inventores´ de Facebook, Twitter, etcétera, son billonarios y ejercen tanto poder.

Por si eso no fuera suficiente, son ellos quienes deciden que puedes ver y publicar en sus redes sociales. Se han vuelto dictadores y árbitros de la verdad con el poder de censurar y cancelar cuentas, hasta de un presidente si no les parece lo que dice, sea veraz o no. Tan es así su poder que han logrado la cancelación de otras plataformas que promueven la expresión libre, sin censura. Esto es con la ayuda de Apple Store, Google Play, Amazon, y plataformas de pago electrónico como PayPal y otros. Las búsquedas en internet también dependen de lo que quieren que creas, sobre todo Google. Aun lo que llegan a permitir, frecuentemente lleva una advertencia de información dudosa e inclusive falsa aun cuando sea comprobable su veracidad.

Los medios informativos están por el mismo estilo. Las grandes cadenas internacionales de noticieros y periódicos están bajo el control de seis magnates por lo que todos dan la misma información. En Estados Unidos, particularmente, es usual que se señale que cientos de noticieros repitan exactamente lo mismo variando únicamente con respecto a la ubicación y las siglas de la estación. Por esa razón se han ganado el apodo de los medios cenzontles o pericos. Los personajes de cadenas como CNN, Fox ya no son reporteros, son comentaristas. Aun los que se desvían de la narrativa popular son dudosos. De plano, ya no se sabe quién dice la verdad y quién miente.

Quizás los más triste, y peligroso, son las personas que depositan una fe ciega en la ciencia, los medios de comunicación, las instituciones educativas, los políticos, los gobiernos, y también en su propio narcisismo. Mi opinión es el correcto y debes tener la misma opinión. De no ser así, se implementan tácticas terroristas como la cancelación, el acoso, la publicación de información personal, incluyendo números de teléfono personales y la dirección de sus hogares (doxxing), vandalismo, acusaciones de ser nazi, fascista o cualquier epíteto que se les ocurre, todo para callar las opiniones contrarias y, a pesar de ser todas estas actividades ilegales, lejos de ser llamados a cuentas, son aplaudidos por su activismo. Implementan exactamente las mismas tácticas que dicen querer prevenir. Ha llegado a tal grado que comentarios hechos hace 10 y hasta 20 años atrás, son castigados sin tomar en cuenta si la persona, cuyo comentario pudo haberse hecho cuando era adolescente, haya cambiado de opinión. Basta con haberlo pensado para justificar el boicoteo de su negocio, pedir su despide o arruinar su reputación. Lo más increíble de todo es que no lo hacen los gobiernos, lo hacen los ciudadanos. ¿Para qué necesitan un ejército si los mismos ciudadanos se ofrecen para su propia esclavitud y la de sus prójimos?

En cuanto a los gobiernos, ahora la ciudadanía tiene que someterse a mandatos incongruentes y sin sentido en contra de su voluntad y bienestar. Ya no se puede reunir con los seres queridos. No puedes visitar a tu abuela porque puedes matarla. Si se muere de tristeza y soledad, pues ese es el costo de protegerla de la supuesta pandemia. Tampoco se puede andar libremente. En Australia, no se permite viajar a más de 5 kilómetros del hogar y eso solamente para abastecer necesidades, medicamentos o visitas al doctor. En muchas partes, salir sin la mascarilla es arriesgarse a multas. Se ha sabido que en algunos países, los gobiernos locales ofrecen recompensas para quienes reportan a familias que reciben vistias ajenas a su hogar.

Ahora, organizaciones internacionales como la Organización de la Salud y las Naciones Unidas tienen la última palabra sobre la vida y salud individual de todos. Mientras tanto, ante las dificultades económicas que ha generado esta farsa, ahora quieren imponer el Gran Reseteo que, como resultado, de acuerdo a Klaus Schwab, el líder del Foro Económico Mundial, ¨No serás dueño de nada y serás feliz¨. Notarás que no dijo nosotros, sino tú. Así es la hipocresía de los líderes de todos los cultos. Reglas para ti, pero no para mí. ¿Realmente queda alguna duda de que el mundo entero está metido en un culto? Analízalo.

Los cultos:
• Aíslan – distanciamiento social, inhabilidad de reunirse
• Despersonalizan – Cubre bocas
• Son elitistas – haz lo que decimos no lo que hacemos
• Polarizan – nosotros vs ellos, enmascarados vs no enmascarados
• Manipulan – omisión y ocultación de información, sesgo de estadísticas
• Imponen presión social – amigos vs amigos, familiares vs familiares, etc.
• Infligen temor, culpa y vergüenza – puedes matar a tu abuelo si no hace s lo que te decimos
• Impiden la libertad – no puedes viajar, ir a la escuela, la iglesia ni tener visitas en tu casa
• No permiten críticas – censuran, castigan, cancelan, multan
• Prometen iluminación y/o salvación – la única salvación es la vacuna, la distancia social y las mascarillas
• Crean dependencia – en la ciencia y los gobiernos
• Mantienen la disonancia cognitiva – la mascarilla no te protege pero cuida a los demás, pero en realidad, ni a ellos tampoco, así que mantén la distancia. No vaya a ser que el virus sea chapulín.

Hay muchísimos más ejemplos que se pudieran dar, pero deberá ser suficiente con lo arriba señalado.

También hay que señalar que, en su gran mayoría, los líderes de cultos son narcisistas malignos. Se aprovechan de la necesidad natural del hombre de seguridad, protección, pertenencia, estar bien y hacer el bien. Nadie en sus cinco sentidos se apuntaría para uno de estos grupos si les dijeran honestamente, se te va a controlar tu cada pensamiento, sentimiento y movimiento. Serás engañado, manipulado y aislado de tus seres queridos y si te atreves a rebelarte o alejarte, se te impondrá castigos.

Muchas personas inteligentes, educadas, económicamente estables y de buenas familias han caído en cultos y han durado años en darse cuenta del engaño. Muchos otros nunca salen del engaño. Todos, sin excepción, creyeron la mentira, a pesar de las inconsistencias, incongruencias y malos tratos que recibieron. Así de fuerte es la necesidad de creer en la bondad y negar la maldad. Así de fuerte la disonancia cognitiva entre lo que me dice la razón y mi sentir. La puerta al infierno es muy ancha.

Usa la razón. No aceptes lo que se te diga, ni siquiera aquí, investiga por ti mismo. Busca opiniones contrarias a las que escuchas y ves en los medios. Haz preguntas, como las siguientes:

• ¿Han aislado el virus? Si la respuesta es no, (es no), entonces,
• ¿Cómo pueden dar un tratamiento para algo sin saber exactamente lo que es?
• ¿Sabes que contiene la vacuna y si los ingredientes son nocivos para la salud (lo son) y sus efectos secundarios?
• ¿Cuántas personas conociste directamente que murieron única y exclusivamente por el virus, sin ninguna enfermedad o condición como problemas de presión arterial, coronarias, pulmonares, etcétera y cuántos de ellos fueron entubados?
• ¿Cuántas personas conoces que tuvieron el virus y sobrevivieron con tratamientos alternos y sin hospitalización?
• ¿Puedes asegurar que no hubieran muerto igualmente si les hubiera dado neumonía o influenza?
• ¿Por qué es con y no por Covid?
• ¿Cuántas personas conociste que murieron por accidente automovilístico, drogas o violencia?
• ¿Por qué es que, a diferencia de otras vacunas para enfermedades como la viruela o el poliomielitis, se habló de erradicación, mientras que, con todo y la vacuna, que no es vacuna, se habla de nuevas cepas?
• ¿Por qué es que ahora no promueven la inmunidad de rebaño?
• ¿Por qué cambiaron la definición de inmunidad de rebaño y también la definición de pandemia. Cuándo lo cambiaron y para qué lo cambiaron?
• ¿Por qué no han reportado los efectos adversos y decesos en personas vacunadas de la misma manera que reportaron muertes con Covid?
• ¿Por qué insisten en soluciones que son peores que la enfermedad, que, de acuerdo a ellos mismos, realmente no tiene remedio (porque las gripes jamás dejarán de existir)?

No todos los cultos son religiosos. De hecho, la gran mayoría no se subscriben a una religión en particular o son totalmente seculares. Sin embargo, absolutamente todos tienen un tras fondo espiritual, estén conscientes de ello o lo ignoren por completo. Además, sus líderes casi siempre son personas narcisistas y debes comprender que el narcisismo no es un problema psicológico, es un profundo problema espiritual y, salvo un milagro de Dios, jamás se componen.

Ya se ha dicho aquí muchas veces que, ni la salvación, ni la posesión puede ser en contra de la voluntad del hombre. Tiene que aceptar. En el primer caso, debe ser una decisión con plena consciencia de lo que significa. En el segundo, todos los medios se valen. Plagas, hambrunas, destrucción económica manufacturada, inyecciones, drogas, violencia, manipulación psicológica y emocional, movimientos políticos y sociales, redes sociales, instituciones educativas, iglesias y religiones. Todos han sido infiltrados mucho más de lo que crees.

Nada de esto es nuevo. Lo llamen la iluminación, socialismo, comunismo, Iluminati, nuevo orden mundial o gran reseteo, todos tienen el mismísimo objetivo: esclavizar al hombre, dejarlo desarmado, desprotegido, hambreado, despojado, dependiente y amando su esclavitud.

No importa si crees en Dios ni en el diablo. Tarde que temprano todas las personas sobre la tierra tendrán que decidir a quien seguir. No va a haber de otra. Pero ten por seguro que serás forzado a tomar esa decisión, te guste o no, sepas de que se trata o no. De hecho, lo entiendas o no, ya tomas esa decisión diariamente y para que no quede lugar a duda, el Gran Culto al que aquí se refieres es el culto a Lucifer. Satanás ya tiene posesión de la tierra. Tú sabrás a quien le entregas tu alma.

Ángel, conoce tu líder.