Creando Dioses pt. 1

Cuando Martín Lutero tradujo la Biblia del latín al alemán, permitió al hombre común leer las Escrituras que, hasta entonces, estaban disponibles exclusivamente al sacerdocio. Los primeros protestantes fueron luteranos, pero los desacuerdos teológicos llevaron posteriormente a la formación de otras iglesias, como los calvinistas, presbiterianos, episcopales, bautistas y metodistas, entre otras. El problema fue que también abrió la puerta a charlatanes que decían ser profetas y recibir revelaciones directamente de Dios. Joseph Smith, fundador de la iglesia mormona, formalmente conocida como la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, fue uno de esos charlatanes.

Smith nació en 1805 en el estado de Vermont, Estados Unidos. Su padre, también llamado José Smith, era un granjero pobre que tenía mucha dificultad para mantener a su familia. En una biografía, fue descrito como un hombre de dudosa veracidad y hábitos indolentes que pasaba una parte considerable de su tiempo “brujando” o practicando otras ceremonias de naturaleza igualmente misteriosas. En aquella época, no era tan raro que la gente utilizara varitas de adivinación y piedras videntes para encontrar fuentes de agua, objetos perdidos o tesoros escondidos. Era una manera de ganar un poco de dinero, pero también era conocido por ser ocultista, exorcista y maestro masón.

De manera que no es de sorprenderse que, para los once años, José también había empezado a utilizar las mismas prácticas que su padre.  No obstante, también tuvo interés por la religión. En esa época había un fuerte movimiento de avivamiento cristiano. Los metodistas, bautistas y presbiterianos a menudo celebraban reuniones de avivamiento que duraban días. La madre y los hermanos del joven Smith finalmente se unieron a la iglesia presbiteriana, pero José siguió confundido acerca de cuál de estas iglesias era la correcta, lo cual tiene sentido. Por un lado, estuvo influenciado por el ocultismo y por el otro por el fervor religioso.

A la edad de catorce años, José decidió ir solo al bosque en busca de iluminación, mientras ofrecía los deseos de su corazón a Dios, fue rodeado por la oscuridad y sintió que algo del reino invisible se apoderaba de él. Entonces, dos seres descendieron desde arriba y su luz se posó sobre él. Smith escribió: Cuando la luz se posó sobre mí, Vi dos Personajes, cuyo brillo y gloria desafían todo descripción, de pie sobre mí en el aire. Uno de ellos me habló, llamándome por mi nombre y diciendo, señalando al otro: Este es Mi amado Hijo. ¡Escúchalo! Cuando se repuso, Smith les preguntó a qué iglesia debería unirse. Le respondieron que ninguna religión era la correcta. Después de los apóstoles, la verdad había sido abandonada y el mundo entero estaba en apostasía.

En otra visión, recibió la visita del ángel Moroni, quien le informó que José sería quien restauraría la verdad al mundo y sería el revelador de la voluntad de Dios. También le dijo que había unas antiguas planchas de oro escondidas en una cueva del monte Cumorah en Palmyra, Nueva York, justo donde la familia Smith se había ido en busca de un futuro mejor unos años antes. El 22 de septiembre de 1827, en una ceremonia ritual mágica celebrada al filo de la medianoche, José pudo localizar las planchas de oro. Sin embargo, cuando intentó agarrarlos, una criatura anfibia saltó de la cueva, se transformó en hombre, golpeó a José y volvió a enterrarlas las planchas de oro. Después comprendió que las planchas de oro le habían sido ocultadas porque su intención había sido lucrar.

Por cuatro años consecutivos, José regresó cada 22 de septiembre a Cumorah Hill para demostrarle a Moroni que era digno. Cuando finalmente logró probar que sus intenciones eran puras, Moroni le permitió llevárselas. Las planchas estaban grabadas con jeroglíficos que, según Smith, estaban en la lengua “egipcia reformada”. Junto con estas, estaban lo que Smith dijo eran el Urim y Tumim que necesitaría para traducir los jeroglíficos. En la Biblia, el Urim y Tumim son piedras sagradas que Dios le dio a Aarón para que las pusiera en su pectoral y así pudiera discernir la voluntad de Dios. Otros profetas bíblicos también los usaron, pero finalmente dejaron de funcionar. Según Josefo, historiador del siglo I, funcionaron hasta la época de los Macabeos, mientras que varios eruditos talmúdicos coinciden en que dejaron de funcionar cuando los babilonios conquistaron Jerusalén.  

Para hacer la traducción, colocaba las piedras en su sombrero y metía su cara en el sombrero para bloquear la luz exterior. Entonces, dentro del sombrero brillaba una luz y aparecían las palabras en inglés y permanecían hasta que la transcripción estaba completa, solo entonces aparecía la siguiente frase. José apenas podía leer y escribir, de manera que necesitaba dictarlas a un trascriptor. El primero de estos fue Martin Harris, un granjero acomodado que, de acuerdo a historiadores, de mente no muy estable, estaba convencido que José Smith era un prodigio espiritual. José aseguraba que este método demostraba que la traducción era directamente inspirada por Dios.

El Libro de Mormón es el registro sagrado e históricamente preciso de un pueblo antiguo en las Américas. Es la historia de los nefitas y lamanitas que ocuparon América desde el 600 a.C. hasta el 420 d.C. Habla de la tierra de Zerhimla, el valle de Nimrod y las llanuras de Nefaha. Sin embargo, hasta el día de hoy, no ha habido evidencia ni registro alguno de las tierras mencionadas ni de las personas que supuestamente las ocuparon. Por el contrario, si se han encontrado artefactos y monedas que, según se menciona en la Biblia existieron hace miles de años. No obstante, los mormones mantienen y defienden esta creencia. Pero todo esto palidece en comparación con sus creencias sobre el origen del hombre.

Según las revelaciones de José Smith, hay billones de planetas gobernados por dioses que alguna vez fueron humanos. Cada uno de estos dioses tiene muchas esposas que también son diosas y juntos procrean hijos espirituales. Elohim nació en uno de estos planetas, hijo de un dios sin nombre y una de sus esposas diosas. Para iniciar la raza humana, Elohim y una niña espiritual fueron enviados a la tierra con como Adán y Eva. Después de la muerte y resurrección de Adán, y habiéndose probado digno, Elohim fue elevado a dios, y produjo miles de millones de niños espirituales con sus esposas dioses, al igual que los demás dioses. De estos, Lucifer y Jesús fueron los mayores. 

Para determinar el destino de los niños espirituales, Elohim y el consejo celestial se reunieron. Lucifer y Jesús también estuvieron presentes. El consejo planeó crear el planeta Tierra donde los niños espirituales tomarían cuerpos mortales y aprendieran el bien del mal. Lucifer quería ser el salvador del mundo y obligar  a todos a convertirse en dioses. Jesús, en cambio, sugirió dar libertad de elección como en otros planetas. El consejo celestial estuvo de acuerdo con Jesús y decidieron que él sería el salvador de la tierra. Enfurecido, Lucifer convenció a un tercio de los espíritus destinados para ir a la Tierra a rebelarse. Entonces, Lucifer se convirtió en diablo, y los espíritus que lo siguieron se convirtieron en demonios, condenados a nunca tener un cuerpo físico. Los espíritus que habían luchado en contra de Lucifer nacieron en familias mormonas de piel blanca, mientras que los espíritus que se mantuvieron neutrales fueron maldecidos con piel negra.

Miles de años después, Elohim volvió a la tierra para tener relaciones sexuales con María y darle un cuerpo físico a Jesús. Después, como hombre adulto, Jesús tuvo al menos tres esposas- las hermanas María y Marta, y María Magdalena con las que tuvo varios hijos antes de ser crucificado. Después de su resurrección, Jesús fue a las Américas para establecer su iglesia y predicarles a los indios que en realidad eran israelitas de la tribu perdida de José, el hijo de Jacob. Lehi, profeta del siglo VI a.C. y descendiente de José, fue ordenado por Dios de ir con su familia a América, la nueva tierra prometida. Lehi tuvo cinco hijos, pero los más importantes de mencionar aquí son Nefi, Laman y Lemuel.

Lehi murió algún tiempo después de haber llegado a américa, dejando a cargo a su hijo Nefi por ser el más obediente de los hermanos. Laman y Lemuel eran los rebeldes y para el año 130 a.C., los descendientes de Lehi se habían dividido en dos fuerzas opuestas, los nefitas y los lamanitas. Para el año 420 d.C., los lamanitas acabaron con los nefitas a través de varias batallas. Moroni fue el último de los nefitas y guardaba las planchas de oro que su padre Mormón había escrito en jeroglíficos de la lengua egipcia reformada contando la historia de los nefitas y los lamanitas.

Para demostrar la veracidad de las revelaciones de Smith, Martin Harris copió los jeroglíficos y se los envió a Charles Anthon, profesor de lingüística de la Universidad de Colombia, quien, según Harris, verificó su autenticidad. Sin embargo, esta afirmación fue negada por el propio Anthon quien concluyó que el documento era un engaño y que Harris posiblemente estaba loco. No obstante, Harris reportó que Anthon había dicho que era la traducción más precisa que había visto. Tan convencido estaba que llevó las páginas traducidas del Libro de Mormón a su casa para mostrárselas a su esposa y sus vecinos. Vehementemente opuesta a Smith, su ideología, y la conducta extraña de su esposo, la mujer las quemó. Molesto por este suceso, Moroni le quitó las planchas y el Urim y Tumim a Smith y no se las devolvió hasta el 22 de septiembre del mismo año.

En 1830 se publicaron cinco mil ejemplares del Libro de Mormón pero muy pocos se vendieron. Harris había hipotecado su granja por 3.000 dólares para pagar la publicación y terminó perdiendo su granja y a su esposa. En general el Libro de Mormón fue criticado como una obra de locura y blasfemia. Smith se enfrentó a una creciente hostilidad en Nueva York y decidió trasladar su iglesia recién formada al estado de Ohio. Pero allí también tuvo problemas. Intentó fundar su propio banco en contra de las leyes del estado. Esto provocó varias demandas y la pérdida de muchos seguidores que habían sufrido grandes pérdidas económicas por apoyar a Smith. Para entonces, Smith ya les había dicho a sus seguidores que había recibido la revelación divina de que establecería la Nueva Sion en la tierra prometida del estado de Missouri.

Llegó a Missouri en 1833 y fue recibido con nuevos problemas. Los seguidores que se habían adelantado a establecerse en el territorio estaban siendo expulsados ​​por la población local que temía que los mormones intentarían apoderarse de sus tierras. Luego estaba la cuestión de sus extrañas creencias. Pero también hubo problemas con su propio pueblo. Algunos seguidores ya habían afirmado tener sus propias revelaciones divinas en Ohio que amenazaban la autoridad de Smith. En Missouri, Oliver Cowdery había sido el líder hasta la llegada de Smith. Una vez que fue un fiel seguidor, comenzó a criticar a Smith al igual que varios de sus discípulos originales. La solución de Smith fue excomulgarlos. La sociedad secreta de los danitas se formó para eliminar a los mormones disidentes por la fuerza si fuera necesario.

Los mormones excomulgados, incluyendo a Martin Harris, huyeron a otras partes del estado temiendo por sus vidas, pero esto sólo sirvió para aumentar los temores de los ciudadanos de Missouri y provocó conflictos entre ellos atacando asentamientos mormones. Durante varios meses, los mormones atacaron ciudades de Missouri y los habitantes de Missouri tomaron represalias con sus asentamientos. El 25 de octubre de 1838, los mormones y la milicia estatal tuvieron un enfrentamiento armado. Los mormones sufrieron grandes pérdidas, pero la milicia se retiró. Cinco días después, un grupo de 200 vigilantes atacó un campamento mormón. Las mujeres y los niños huyeron al bosque, mientras los hombres permanecían. Cada uno de ellos fue asesinado. En total, 16 hombres y un niño de once años. Luego la milicia estatal se dirigió al cuartel general de Smith. Intentó negociar la paz, pero Smith fue arrestado y condenado a muerte por traición.

La ejecución no se llevó a cabo, pero Smith y sus coacusados ​​fueron retenidos para un juicio civil. Sin embargo, en abril de 1838, Smith escapó a Nauvoo, Illinois. Muchos mormones ya se habían dirigido allí bajo el liderazgo de Brigham Young. Fue en Nauvoo donde la iglesia mormona realmente comenzó a florecer y Smith tuvo muchas revelaciones que determinaron las prácticas de la iglesia e hizo que el mormonismo fuera más escandaloso que antes. Supuestamente, una vez oponente de la masonería, Smith se convirtió en iniciado y al día siguiente fue nombrado Maestro Masón, tal como lo había sido su padre, al día siguiente. Adaptó los rituales masónicos al mormonismo, lo que incluyó la creación de jerarquías sacerdotales y sociedades secretas dentro de la iglesia mormona.

La meta original de Joseph Smith había sido formar una teocracia y eventualmente tomar control de los Estados Unidos. Todavía estaba luchando contra la extradición a Missouri, donde todavía lo buscaban cuando se declaró candidato independiente a la presidencia. Todavía estaba luchando contra la extradición a Missouri, donde todavía lo buscaban cuando se declaró candidato independiente a la presidencia. Sus políticas encontraron una oposición vehemente incluso por parte de algunos de los principales miembros de su iglesia. Sin embargo, fue su doctrina la que generó la mayor oposición. Fue detenido nuevamente por destruir el periódico de un antiguo seguidor que lo había criticado. El gobernador había movilizado a la milicia estatal en previsión de una guerra con los mormones, pero Smith finalmente se entregó. El 27 de junio de 1844, un grupo de hombres atacó la cárcel y mató a José Smith y a su hermano Hyrum.

La tumultuosa vida de José Smith llegó a su fin cuando tenía treinta y ocho años. Según un historiador, cuando fue asesinado, Smith llevaba un talismán que había sido copiado de una imagen en el libro El Mago, un sistema completo de filosofía oculta de Francis Barrett. Según un historiador, cuando fue asesinado, Smith llevaba un talismán copiado del libro El Mago, Un Sistema Completo de Filosofía Oculta de Francis Barrett. El talismán de Júpiter es una fuerza espiritual que promete éxito en la sala del tribunal y con los jueces. Los asesinos fueron juzgados, pero absueltos por el jurado, ninguno de los cuales era mormón. Brigham Young fue el sucesor de Smith, y quien condujo a los mormones al estado de Utah, donde han estado desde entonces y ejercen un gran poder.

La historia de José Smith no tan es fácil de escribir por el simple hecho de que existen muchas versiones. El propio Smith publicó siete versiones diferentes. Con cada recuento, cambiaba fechas, su edad, sus motivaciones e incluso los personajes que le aparecieron. En una era Moroni, en otra Mormón, o ambos, si es que no era Dios y Jesús. Hasta la manera en que consiguió la piedra vidente, que originalmente dijo ser el Urim y Tumim, tiene varias versiones. Hay testimonios de esa época que lo acusan de haberla robado a un vecino. Además, al consultar varias fuentes de información, la probabilidad es que cada una se enfocará en una versión diferente. En general todos coinciden, pero los detalles cambian por lo que se vuelve un poco confuso.

Pero hay que preguntarse, ¿Dónde se encuentran ahora las planchas de oro? El 4 de agosto de 2015, la iglesia mormona publicó una foto de la piedra vidente que Smith usó para traducir las palabras de Mormón. Si tienen la piedra vidente, ¿por qué no tienen las planchas? Según una página de los Santos del Último Día, Smith regresó las placas a Moroni, pero esto contradice la versión que dice que Moroni sí le quitó las planchas, pero se las devolvió unos meses después. Aun suponiendo que Moroni sí se quedó con las planchas, no explica ¿por qué le permitió a Smith conservar la piedra vidente? Las planchas eran solo una historia escrita, la piedra es la que, supuestamente, tenía el poder para traducir y ver objetos que estaban ocultos a la vista. Por otra parte, asumiendo que Smith realmente podía encontrar objetos perdidos, ¿de dónde habría recibido es poder? Ciertamente no de una roca y definitivamente no de Dios.

Hay que aclarar que lo aquí se describe no está en el orden exacto en que se recibieron las revelaciones. Algunas de sus ocurrieron mucho después de que se publicara el Libro de Mormón. Pero el objetivo aquí es tratar de lograr un resumen más o menos coherente para que haya cierta comprensión de la doctrinas y rituales de la iglesia mormona que seguirá en la segunda parte. No obstante, lo que ya debería quedar claro para el lector es que José Smith era un practicante de lo oculto. Cuando fue al bosque, no buscaba sabiduría ni discernimiento, sino iluminación. Hay que recordar que fue aceptado como Maestro Mason tan sólo un día después de su iniciación en la masonería, lo cual indica que ya tenía bastante conocimiento. Lo suyo es una verdadera mezcla alquímica del cristianismo con el ocultismo. Definitivamente, Smith confundía lo profano con lo divino.

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